Sáb 27.03.2010

EL MUNDO  › MALIKI DEBILITADO, ALLAWI PODRíA FORMAR GOBIERNO

En Irak la oposición fue primera

› Por Patrick Cockburn *

El primer ministro iraquí Nouri al Maliki perdió ayer poder: las cifras finales de las elecciones mostraron que el opositor Iyad Allawi había ganado la mayoría de las bancas en el Parlamento de 325 miembros. Los resultados dados a conocer por la comisión electora mostraban al grupo Iraqiya de Allawi con 91 bancas, ganándole por poco a la alianza liderada por Maliki, que obtenía el segundo lugar. Los socios potenciales para una coalición son hostiles a cualquier trato que mantenga a Maliki en el poder. No hay ninguna garantía de que Allawi, un ex primer ministro, pueda tampoco formar gobierno, pero su éxito es mucho mayor de lo esperado.

La violencia marcó el último día del recuento de la elección, con dos bombas en la provincia de Diyala que mataron a 40 personas e hirieron a más de 60. No es probable que Irak vuelva a la matanza masiva de años recientes, pero el derramamiento de sangre puso en relieve las tensiones.

En Bagdad, los manifestantes pro Maliki apoyaron su pedido de un nuevo recuento de las elecciones del 7 de marzo y agitaron banderas que decían “¡No, no al fraude!” y “¿A dónde fueron nuestras voces?”. Pero el Alto Consejo Electoral Independiente negó las acusaciones y rechazó hacer un recuento manual. El alto representante de la ONU en Irak, Ad Melkert, declaró que los resultados eran creíbles e instó a aceptarlos.

Los líderes iraquíes juegan ahora un elaborado ajedrez político que durará cuatro o cinco meses mientras negocian cómo se compartirá el poder y quién formará gobierno. Los dos partidos favoritos –el Estado de la Ley e Iraqiya– buscarán ahora socios para una coalición entre los otros dos grupos políticos importantes. Estos son los kurdos, con unas 42 bancas, y la Alianza Nacional Iraquí, que agrupa dos partidos chiítas religiosos, el Consejo Supremo Islámico de Irak y los seguidores del clérigo chiíta anti estadounidense, Muqtada al Sadr con unas 70 bancas.

La campaña vio cómo se profundizaba el odio sectario entre sunnitas y chiítas. A los líderes sunnitas se les prohibió postularse como candidatos a último momento, supuestamente por haber sido miembros del partido Baas. Maliki abandonó su retórica nacionalista y no sectaria para captar el núcleo de los votantes chiítas. Los medios de Estado de la Ley denunciaron a Allawi como un títere de la CIA relacionado con Saddam Hussein.

A pesar de esto, muchos chiítas deben haber votado a Allawi, especialmente en Bagdad. Pero, en general, los iraquíes votaron como en el pasado a lo largo de líneas sectarias y comunitarias. Allawi, aunque es un chiíta secular, le debe su éxito en las elecciones en gran parte al apoyo de los árabes sunnitas, que componen casi un quinto de la población iraquí. Maliki o la ANI encabezaban la elección en las provincias donde hay una mayoría chiíta, mientras que los kurdos votaron por los partidos kurdos dentro del área gobernada con el gobierno regional de Kurdistán.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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