El canciller brasileño, Celso Amorim, rechazó que su país sea pro iraní e insistió con la vía pacífica para solucionar la crisis nuclear. “Es absurdo creer que Brasil es pro Irán o que está aislado de la comunidad internacional por mantener relaciones con el gobierno de la república islámica.” El canciller, que hoy será recibido por el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, lamentó que el mandatario estadounidense, Barack Obama, que “hasta hace poco tiempo” buscaba el diálogo, haya cambiado de posición. Y consideró que “todavía es posible trabajar en la propuesta de la AIEA” (Agencia Internacional de Energía Atómica) para que Teherán envíe uranio enriquecido al exterior y de ese modo evitar las sanciones que impulsa Washington. El ministro estuvo ayer en Turquía y resaltó que tanto su gobierno como el de ese país trabajan para evitar las sanciones propuestas por Estados Unidos contra Irán en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. “Los turcos son miembros de la OTAN y vecinos de Irán, y posiblemente lo último que quieren es una bomba iraní”, señaló Amorim.