Como en un cuento de Felisberto Hernández, ese protagonista del interior, ese hombre criollo evocado por el autor de El caballo perdido tiene hoy la tarea de votar por intendentes, alcaldes y ediles. También el montevideano. Del total de 19 departamentos del Uruguay, el gobernante Frente Amplio (FA) es favorito para mantener siete de ellos, podría ceder uno y disputar tres al opositor Partido Nacional (Blanco).

En Montevideo, donde el centroizquierda gobierna desde 1990 y todos los sondeos le otorgan un nuevo triunfo, la novedad de estos comicios se llama Ana Olivera. Por primera vez una mujer y militante comunista compite en este cargo en nombre del Frente Amplio. Olivera promete llevar adelante un programa de integración social. “La segregación espacial es evidente a todas luces: en unos barrios se dan todos los indicadores de la exclusión. Las políticas neoliberales de los noventa provocaron la fractura de la sociedad. Necesitamos recorrer un largo camino para lograr una integración social”, dijo a Página/12.

La última encuesta de la consultora Interconsult otorga un 51 por ciento de las preferencias a Olivera, 29 puntos arriba de la suma de los candidatos blancos Javier de Haedo y Ana Lía Piñeyrúa. Olivera tiene en mente impulsar una Ley de Capitalidad como la que poseen en Madrid y París, para dotar de un régimen especial a Montevideo. La iniciativa busca, entre otros aspectos, mayores aportes económicos del Estado para la ciudad. Montevideo, donde viven 1,3 millones de los 3,3 millones de habitantes de Uruguay, tiene actualmente un presupuesto de 400 millones de dólares.

Como en las elecciones municipales de 2005, hoy el Frente Amplio aprovecha el impulso de haber ganado las presidenciales. Diecinueve cargos para intendentes, 89 para alcaldes, 356 para concejales y 589 para ediles prueban que el proceso de descentralización está en marcha. La última encuesta de Equipos Mori muestra un mapa muy similar al de los comicios de octubre pasado: siete intendencias seguras para la coalición gobernante y cuatro en disputa con los conservadores del PN.

De las cuatro intendencias que están en duda, tres son actualmente blancas: Artigas, Río Negro (donde está ubicada Botnia) y Cerro Largo. Treinta y Tres está gobernado por el Frente pero podría perderlo. “Cerro Largo es uno de los grandes interrogantes, puede dar la sorpresa en un territorio históricamente favorable al Partido Nacional”, afirma Ignacio Zuasnabar, director del Area de Opinión Publica de Equipos Mori.

Las intendencias con una clara victoria para el FA serían la mencionada Montevideo, Canelones –segundo departamento en importancia demográfica–, Salto, Paysandú, Florida, Maldonado y Rocha. Y para el Partido Nacional: San José, Colonia, Flores, Durazno, Tacuarembó, Soriano y Lavalleja. El también conservador Partido Colorado retendría Rivera, la única intendencia que administra.

San José es un departamento con un electorado históricamente blanco. Sin embargo, en las elecciones de octubre ganó el Frente Amplio. “Las elecciones presidenciales mostraron que en San José puede ganar la izquierda. Eso abre las puertas a la posibilidad de romper con la hegemonía blanca”, afirmó a este diario el candidato Julio Callorda, a su paso por Buenos Aires. Y agregó: “La imagen que tomó el candidato del Partido Nacional en la campaña es muy frenteamplista porque renunció a la identificación de su partido y usó la bandera de San José, que es roja y azul, muy parecida a la del FA –roja, azul y blanca–”. Callorda denuncia una “reelección encubierta”, porque su rival es quien fue hasta ahora el número dos de la intendencia, José Luis Falero.

El consultor Zuasnabar destaca el fenómeno que se da en los departamentos Rocha y Maldonado (Punta del Este), en donde el oficialismo se consolida. “Rocha evidencia algo histórico: Artigas Barrios sería reelecto tras lograr la aprobación del 82 por ciento. En Maldonado, el ex intendente Oscar De los Santos consolida una ventaja muy importante en el este uruguayo; supera en 20 puntos a su rival.”

Con esta votación se cierra una etapa electoral que comenzó con las primarias partidarias de junio pasado y continuó con la primera vuelta (octubre) y el ballottage (noviembre) de los comicios generales. Y se confirmaría la expansión del Frente Amplio al interior. Como dicen en el FA, la conquista del hombre de a pie.

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