EL MUNDO › PARA OBAMA, AMBOS HECHOS IMPACTAN EN LA MENTALIDAD DE LOS NORTEAMERICANOS
El presidente señaló que del mismo modo que el atentado a las Torres Gemelas cambió la mirada sobre el terrorismo, el desastre petrolero cambiará la visión sobre el medio ambiente. Hoy hablará a la nación en un discurso televisado.
› Por David Usborne *
El presidente Barack Obama usará el sombrío entorno de la Oficina Oval para dar, por primera vez desde que está en funciones, un discurso televisado esta noche dirigido a convencer al público escéptico de que tiene bajo control la catástrofe petrolera de British Petroleum (BP) en el Golfo de México. Obama estará recién llegado de su cuarta visita al Golfo, que iba a incluir una noche en Pensacola, Florida, después de hacer varias paradas ayer en Mississippi y Alabama. Sus anteriores tres viajes al área del derrame estuvieron todos reducidos a la costa de Louisiana.
El activismo de Obama pondrá más presión sobre BP, que probablemente esta mañana también caiga bajo fuerte crítica de los ejecutivos de los competidores gigantes energéticos, que testificarán en el Capitolio. Escribiendo en The Wall Street Journal ayer, el jefe ejecutivo de Chevron dijo que el accidente de BP del 20 de abril, que dejó once hombres muertos y dio comienzo al desastre ambiental que continúa, era “evitable”.
El gobierno británico, mientras tanto, defendía a la empresa, expresando asombro por el aumento del crecimiento del sentimiento antibritánico en Estados Unidos. “No queremos que un elemento de identidad nacional entre en este tema. BP es efectivamente una empresa angloestadounidense”, dijo el secretario de Cambio Climático y Energía, Chris Huhne, en una declaración de emergencia en la Cámara de los Comunes: “Es muy importante que cualquier espectador de televisión en Estados Unidos se dé cuenta de que esta empresa va a jugar un rol muy importante en la economía de Estados Unidos, así como en la del Reino Unido, en los años por venir”, dijo.
Mientras el presidente volaba al sur desde Washington ayer, los funcionarios de la Casa Blanca eran optimistas en el sentido de que BP accedería a las demandas hechas durante el fin de semana de que deposite varios millones de dólares en una cuenta embargada para pagar indemnizaciones.
Antes de dejar la capital, Obama le dijo a político.com que el derrame de BP tendría el mismo tipo de impacto sobre la psiquis del público estadounidense –y en las políticas de los gobiernos de la nación– que el que tuvieron los ataques del 11 de septiembre. “De la misma forma en que el 11 de septiembre modificó profundamente la visión de nuestras vulnerabilidades y nuestra política exterior, creo que este desastre va a modificar durante muchos años nuestra visión sobre el ambiente y la energía.”
La confrontación entre BP y la Casa Blanca alcanzará un clímax mañana, cuanto el presidente de la empresa, Carl-Henric Svanberg, se reúna con Obama en la Casa Blanca. Svanberg se autocriticó desde adentro del BP por su bajo perfil durante el derrame, dejando la mayor parte del manejo del accidente al director ejecutivo Tony Hayward, quien también estará presente en las conversaciones.
Obama visitó ayer las zonas afectadas en el estado de Mississippi y habló con varios funcionarios. Durante una conferencia de prensa enla ciudad de Gulfport subrayó que se debe hacer más para detener el petróleo antes de que alcance la costa. Miembros del Congreso tratarán de que se escuchen sus propias quejas, mientras varias audiencias del comité hacen tiempo esta semana. Entre ellos, ninguno será más observado que el de las audiencias del Comité de Energía el jueves, cuando los miembros actuarán pour la gallerie interrogando a Hayward.
Un vocero de BP dijo que la empresa había entregado, como le había sido requerido, nuevos informes el domingo a la noche a la Guardia Costera sobre cómo aumentará la cantidad de petróleo que está siendo recolectado del pozo averiado. Aunque no se dieron a conocer los detalles, es probable que el plan sea un cambio de tanques y otros equipos sobre el nivel del mar, todos destinados a recoger o quemar tanto petróleo que se filtra como sea posible. Los pozos de ayuda que debían poner fin al derrame no estarán listos hasta antes de agosto.
Los presidentes generalmente utilizan la Oficina Oval para emisiones nacionales en momentos de guerra o de grave amenaza nacional. Los funcionarios dijeron que la decisión de usarla esta noche la tomó Obama mismo. “Lo que estamos viendo en el Golfo es una catástrofe como nuestro país nunca ha visto antes”, dijo el vocero del gobierno, Bill Burton.
De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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