Desde Medellín

Tras la liberación de policías secuestrados por la guerrilla de las FARC, este grupo ilegal se instaló en la agenda política en pleno cierre de campaña presidencial. El domingo próximo se elegirá al sucesor de Alvaro Uribe y los dos candidatos que se disputan el cargo en el ballottage invitan a los guerrilleros a deponer las armas. Juan Manuel Santos, oficialista, ofrece dinero y beneficios jurídicos para los rebeldes que abandonen la guerrilla durante su eventual gobierno. Antanas Mockus, independiente, les vaticina malos tiempos a las FARC si él es el próximo jefe de gobierno. En el Partido Liberal, entre tanto, dividen sus apoyos entre los dos aspirantes y llueven críticas para quienes respaldan al oficialismo.

En los últimos días de campaña el ambiente cambió después de que el ejército rescató a cuatro oficiales prisioneros en la selva colombiana. Santos ya mostraba amplia diferencia frente a Mockus, pues en la primera ronda de votaciones le sacó más de 25 puntos de ventaja y las encuestas actuales lo muestran con el 60 por ciento de intención de voto. Pero la exitosa misión militar del domingo, Operación Camaleón, le terminó de abonar ventajas, pues se recordó la Operación Jaque que él mismo dirigió y que es considerada la más exitosa acción militar contra la guerrilla en los últimos años. Además, cobró más vida entre algunos sectores la sensación de que el país necesita la continuidad de la política de seguridad democrática de Uribe que Santos representa. Las FARC continúan uniendo al país en contra suya y, en coyunturas de liberaciones como ésta, terminan dando tema de campaña a los candidatos.

Muy temprano en la mañana, Juan Manuel Santos invitó a una rueda de prensa para publicar sus propuestas de cara al rechazo a la guerrilla más vieja del mundo. De presidente, el ex ministro de Defensa ofrecería incentivos económicos a los insurgentes que devuelvan a la libertad a los secuestrados que continúan cautivos (veinte policías y militares y un número sin precisar de civiles). También, según explicó a los periodistas, entregaría dinero del tesoro público a quienes entreguen información sobre el paradero de los retenidos o, en todo caso, datos que faciliten acciones militares para debilitar a las FARC. Santos anunció que continuaría con la política de desmovilización del presidente Uribe, porque “un desmovilizado desmoraliza a las propias FARC y trae información valiosa que ayuda a dar golpes certeros”. Según él, es preferible un guerrillero desmovilizado a uno capturado, y uno capturado a uno muerto. “Pero, por favor, les pido que no continúen más con esta locura porque esto producirá más muertes, sangre y tristeza; y de eso no queremos más”, dijo a los rebeldes a través de los medios de comunicación, prometiéndoles, además, que no irán a la cárcel gracias a un instrumento jurídico que él mismo buscará, pues en la actualidad las leyes no lo permiten.

Por su parte, Antanas Mockus, del Partido Verde, destacó la necesidad de educar a los uniformados de las distintas fuerzas para que sean cada vez “más contundentes con la mejor tecnología y más inteligencia”. El candidato aseguró que las FARC tienen los días contados. “Si siguen secuestrando en las actuales condiciones, estarán cavando su propia tumba”, explicó en un comunicado de prensa. Mockus enfatiza que es el narcotráfico el que oxigena al grupo guerrillero. “Sin narcotráfico las FARC se vuelven absolutamente frágiles”, afirmó el ex alcalde de Bogotá.

El presidenciable independiente también invitó a la guerrilla a cumplir con la Constitución y desmovilizarse. “Creo que muchos miembros de las FARC tomarán la sabia decisión de desmovilizarse y se acogerán a las condiciones que presenta el Estado colombiano y terminarán entregándose. Creo que eso pone en marcha un proceso irreversible de debilitamiento”, explicó Mockus, quien recibió el respaldo de un sector de políticos del partido liberal. El ex candidato de ese partido, Rafael Pardo, anunció que no apoyaría a ninguno de los candidatos; pero un amplio sector de congresistas electos ofreció su apoyo a Santos, además del ex presidente César Gaviria. Aníbal Gaviria, ex candidato a vicepresidente, ofreció su apoyo a Mockus, mientras Cecilia López, otra dirigente liberal, aseguró que apoyar a Santos “significa claudicar de los principios liberales”.