Desde Medellín

Con el gobierno cubano anunciando su apoyo a Venezuela en caso de guerra con Colombia, medidas de emergencia económica para la frontera y amables declaraciones del próximo vicepresidente colombiano, culminó otro día de tensión entre Colombia y Venezuela, tras la más reciente ruptura de relaciones la semana pasada. Ofendido por ser acusado de proteger grupos guerrilleros en su país, Chávez desprestigió las denuncias del gabinete del derechista Alvaro Uribe y mandó cerrar la embajada de Bogotá, provocando la crisis que este jueves reunirá a los cancilleres de Unasur para buscar una salida distinta a la bélica. Las fuerzas militares venezolanas redoblaron su presencia en la frontera, al tiempo que la cúpula militar de Colombia fue renovada a pedido del presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, quien ha mantenido silencio sobre el tema.

Celebrando la revolución cubana, ayer Raúl Castro dijo que Chávez cuenta con él “en caso de cualquier problema”. En el aniversario del asalto al cuartel Moncada (ver aparte), al que el mandatario venezolano decidió no asistir por temor a un atentado desde su vecino país aliado de Estados Unidos, Castro afirmó que “respaldamos el derecho de Venezuela a defenderse de amenazas y provocaciones”. “Que nadie tenga la menor duda del lado de quién estará Venezuela”, aseguró Castro, después de aclarar que, antes que nada, su gobierno lucha “por la paz y la armonía entre nuestros pueblos hermanos, y nuestras gestiones siempre tendrán ese objetivo”.

El delegado de Venezuela en esta conmemoración cubana, el vicepresidente Rafael Ramírez, explicó que su jefe de Estado “ha escogido mantenerse al frente de nuestro pueblo en la primera línea de combate, en defensa de nuestra siempre asediada revolución bolivariana”.

Entre tanto, en puntos estratégicos de la frontera entre las naciones latinas hoy en disputa, llegaban más y más soldados venezolanos. En los estados de Táchira y Apure, la guardia nacional atendió la orden de Chávez de ponerse atentos. “Tenemos un refuerzo de 980 a 1000 efectivos militares que se suman al resguardo de la frontera, pero no hay operaciones extraordinarias, nos mantenemos en estado de alerta”, explicó el general Franklin Márquez, jefe del Comando Regional Uno de la Guardia. En el estado de Zulia el número de militares no cambió hasta ayer, informaron fuentes oficiales, a pesar de que el temor porque una confrontación comience allí es latente.

Los colombianos, en cambio, reacomodaron a sus generales y comandantes. La decisión, que oficialmente no se anunció como medida en la actual amenaza de guerra, fue vista como una estrategia simbólica contra el vecino país. Los nuevos designados fueron anunciados ayer, aunque tomarán posesión el 6 de agosto próximo, un día antes de que el presidente Santos tome las riendas del Palacio de Nariño. En la Armada Nacional el nuevo comandante es Alvaro Echandía Durán; en la Fuerza Aérea, Julio Alberto González; Alejandro Navas, en el Ejército; y Edgar Cely en el Comando General de las Fuerzas Armadas. El hasta ahora designado militar en China, Gustavo Matamoros, fue llamado a ser quien dirija el Estado Mayor Conjunto.

Además, ocho reconocidos generales fueron llamados a calificar en servicio en una decisión que, según explicó el gobierno, tiene que ver con las “buenas relaciones” entre Santos y Alvaro Uribe, presidente saliente, de quienes se rumorean dificultades por estos días en que Uribe prendió fuego a la pelea con Venezuela justo antes de dejarle el cargo a su ex ministro de defensa. Esta transición, dijo el actual ministro Gabriel Silva, es “histórica, porque además el alto mando saliente acompaña al alto mando entrante para un proceso de empalme, mostrando la continuidad para que no se presenten crisis”.

En la economía, el gobierno colombiano anunció que estudia medidas para mitigar los efectos negativos de la crisis, entre ellas la emergencia económica, una rueda de negocios, la instalación de zonas francas y la excepción del pago de impuestos a los comerciantes de frontera. “Restablecer la mayor parte del comercio que se pueda en el menor tiempo posible” es el propósito de estas reformas, según dijo el ministro elegido por Santos para esta cartera. Su vicepresidente, Angelino Garzón, rompió el silencio del gobierno entrante respecto del actual difícil momento con Caracas. A Radio Quito, Garzón declaró que valora altamente “las recientes declaraciones del presidente Hugo Chávez cuando le ha dicho a la guerrilla colombiana que no tiene sentido su existencia”. Esa petición, recordó, la hizo “hace años” el líder cubano Fidel Castro. Desde Brasil, el candidato presidencial José Serra opinó sobre el conflicto binacional, según algunos, para favorecer a Colombia. Según Serra, hasta los árboles de la selva amazónica saben que Venezuela protege a rebeldes de las FARC y el ELN. En campaña se vale de todo.