El jefe de la misión militar de Estados Unidos en Afganistán, el general David Petraeus, abrió el debate sobre la salida de las tropas en 2011. Petraeus señaló en una entrevista a la cadena NBC emitida ayer que la guerra en ese país asiático no llegará tan pronto a su fin. “La lucha en contra del talibán en Afganistán está signada por permanentes avances y retrocesos y es demasiado pronto para estimar cuándo se podrá lograr un éxito definitivo”, dijo el comandante de la fuerza internacional.

Es por eso que la fecha fijada por el mandatario Barack Obama para realizar el retiro de los soldados estadounidenses de Kabul –en julio del año que viene– no es nada definitiva. “Creo que el presidente dejó en claro que se tratará de un proceso, no de un suceso, y que ese proceso dependerá de las circunstancias”, enfatizó Petraeus en la primera entrevista que da desde que asumió el cargo en reemplazo del general McCrystal.

Además, el general Petraeus subrayó que la guerra de Afganistán durante años no se basó en una estrategia correcta. Lo hizo sin criticar directamente a Bush hijo (quien lo promocionó como jefe del mando central de EE.UU.). Según el experto militar, la operación de la misión fue planteada y diagramada seriamente por primera vez en el último año y medio, es decir, desde que Obama ocupa la presidencia. “Tuvimos que mejorar los conceptos y en algunos casos desarrollar conceptos que no existían”, dijo, al tiempo que señaló que los resultados de este trabajo comenzaron a verse hace apenas unos meses.

Ante unos 150.000 soldados de la OTAN y estadounidenses, Petraeus dijo que cumplir el objetivo de la estrategia, que es generar una paz a largo plazo y ceder paulatinamente el poder a las autoridades locales, será un proceso que llevará tiempo. “Si uno no quiere matar o detener a cada uno de los malos en el país hay que integrar a quienes quieran ser parte de la solución en lugar de continuar siendo parte del problema”, dijo.

Desde la ocupación norteamericana en Afganistán, en 2001, más de 2000 soldados extranjeros murieron; de ellos, el 60 por ciento es de nacionalidad estadounidense, según datos de www.icasualties.org.