El presidente Hugo Chávez cerró el puño ayer y amenazó con tomar militarmente plantas y depósitos de la industria de alimentos y aseveró que no permitirá más “propaganda de guerra” de los canales de televisión opositores, en el cuadragésimo día del paro nacional en su contra. Chávez endureció el tono mientras recrudecía el descontento en las calles por la escasez de combustibles y gas doméstico, especialmente en sectores populares de Caracas y otras ciudades de Venezuela.
“Si tuviéramos que llegar al extremo, en el marco de la Constitución, de requisar los depósitos donde tienen acaparado el maíz, el arroz, yo lo voy a hacer”, dijo Chávez en San Carlos, capital regional del estado de Cojedes, 200 kilómetros al sudoeste de Caracas. “Los comandantes de guarnición deben estar preparados para tomar militarmente las plantas de producción y los silos y depósitos”, especificó. Chávez atacó al magnate de la televisión Gustavo Cisneros, uno de los más poderosos de Latinoamérica: es –dijo– “uno de los más grandes responsables de lo que hay en Venezuela y yo lo acuso ante el pueblo de Venezuela por golpista y por fascista. O los dueños de los canales cumplen con la Constitución (y) las leyes o habrá que aplicarles la ley de Venezuela. Nosotros hemos sido bastante permisivos, pero no vamos a seguir permitiendo la propaganda de guerra”, sostuvo el presidente.
Chávez advirtió que éste será un año muy difícil en lo económico, sobre todo por el costo de la huelga general liderada por la cúpula sindical CTV, la empresarial Fedecámaras, partidos políticos y civiles de oposición y gerentes rebeldes de la petrolera estatal Pdvsa, colapsada por el paro. “Hemos tenido que gastar miles de millones de dólares en importar alimentos”, dijo Chávez, quien agregó que se importó carne de Brasil, leche y harina de maíz de Colombia y arroz de República Dominicana. “Hemos tenido que importar gasolina a precios internacionales y venderla muy barata al pueblo. El gasto de reparación de pozos, refinerías, barcos, remolcadores son miles de millones de dólares para poner nuevamente a PDVSA a funcionar”, deploró. Y dijo que llegan a casi 1000 los despedidos de la petrolera estatal Pdvsa.