EL MUNDO › ANTE LA PRESIóN INTERNACIONAL POR LA SENTENCIA DADA A ASHTIANI A CAUSA DE SU ADULTERIO
Ashtiani es madre de dos hijos y está presa desde 2005, acusada de ser adúltera y de haber sido cómplice en el asesinato de su marido. Una sentencia quedó en suspenso, la otra –por la muerte del cónyuge– está en proceso.
“La sentencia de la señora –Sakineh Mohammadi– Ashtiani por adulterio ha sido suspendida y su caso está siendo revisado.” De esta forma, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, anunció ayer al mundo la decisión del gobierno de Irán de suspender y revisar la ejecución de Ashtiani, la mujer de 43 años que está condenada a la pena de muerte mediante lapidación por adulterio y acusada, además, de ser cómplice en el asesinato de su marido. Sin embargo, “la sentencia por complicidad en el asesinato de su marido continúa en proceso”, aseguró el vocero.
El caso ha desatado una fuerte polémica internacional. Para la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) este freno temporal de la salvaje condena de la mujer “es insuficiente” y anunció que seguirá con sus acciones de denuncia para que esa pena sea “conmutada completamente” por el gobierno de Teherán. Por su parte, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner celebró a través de su twitter la suspensión de la condena de la mujer y manifestó su repudio a la pena de muerte “en todo lugar y en todas sus formas”. “Como presidenta de todos los argentinos, estoy muy contenta con la suspensión de la ejecución de la iraní Ashtiani”, dijo la mandataria por medio de esta red social.
Según datos expuestos por Amnistía Internacional, Irán tiene uno de los índices de ejecución más altos del mundo. En 2009 fueron 388 las personas ejecutadas en ese país. De ellas, al menos 14 recibieron su fatal condena públicamente y por lo menos una mediante lapidación. Hasta hace no muchas horas, Sakineh Mohammadi Ashtiani tenía fecha pautada para integrar esa descabellada lista.
Las mujeres son condenadas a una muerte horrible por el hecho de ser mujeres: un hombre no recibe el mismo castigo por ser adúltero. Ashtiani es madre de dos hijos y está presa desde 2005, condenada por adulterio y por la supuesta complicidad en el asesinato de su marido. Ya en prisión, en mayo de 2006 la mujer había sido castigada con 99 latigazos por haber mantenido relaciones extramatrimoniales. Mediante una dudosa confesión, el pasado 11 de agosto, la mujer reveló ante la televisión pública de Irán que había mantenido relaciones con otro hombre y se involucró en el asesinato de su cónyuge. Sin embargo, esta confesión fue interpretada en el mundo como un intento de las autoridades iraníes de acabar con el fuerte rechazo mundial que generó su condena.
En medio de los fuertes pedidos de clemencia desde los países occidentales y organismos internacionales, el portavoz iraní Mehmanparast anunció ayer que la sentencia por adulterio contra la mujer está suspendida y será revisada, mientras que continúa el proceso judicial en el que está acusada de haber colaborado en la muerte de su esposo.
Pero la suspensión de la lapidación es temporal, por lo que “en cualquier momento puede ser levantada”, advirtió el director de AI España, Esteban Beltrán, motivo por el que el organismo consideró “insuficiente” la determinación y pidió que esa pena sea “conmutada completamente”. Beltrán aseguró: “Ahora más que nunca, la presión internacional debe ser más fuerte, para que desde la suspensión pase a la conmutación de la pena de muerte y asegurarnos de que no se fabrican cargos contra ella relacionados con su marido muerto”. Por ello, AI va a insistir en su campaña para que la absolución de la condena sea una realidad y que este freno temporal “no sea sólo un movimiento cínico de las autoridades iraníes para que la crítica internacional se diluya”, declaró Beltrán.
Además del repudio que recibió esta condena por parte de diversidad de países, el Parlamento solicitó ayer el fin de la “cruel e inhumana” práctica de la lapidación. Los parlamentarios se declararon “consternados” por el hecho de que se realicen estas prácticas tortuosas no sólo en Irán, sino también en Afganistán, Somalía, Arabia Saudita, Sudán y Nigeria. Asimismo, la Eurocámara se pronunció ayer con una gran mayoría a favor de la suspensión de la pena de Ashtiani. “Esas sentencias –en relación con el adulterio y a la muerte del marido– deberían ser canceladas y su caso revisado en profundidad”, apunta la resolución del Parlamento Europeo. La resolución también menciona el caso de Ebrahim Hamidi, un joven de 18 años condenado a ejecución por actos homosexuales.
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