Marchas, recorridos por las comunidades, concentraciones y renovadas críticas cruzadas entre oficialismo y oposición marcarán la última semana de la campaña proselitista en Venezuela, antes de las elecciones del domingo 26, en las que se renovará la totalidad de la Asamblea Nacional. La pulseada del próximo domingo será, centralmente, entre el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la Mesa de Unidad, que reúne a una veintena de partidos y organizaciones opositores, aunque en varios estados habrá, además, fuerzas regionales.

En los comicios estarán en juego doce plazas para el Parlamento Latinoamericano y las 165 bancas de la Asamblea Nacional (el Congreso), que integrarán el cuerpo que acompañará los últimos dos años que le quedan de mandato al presidente Hugo Chávez. Son 17,7 millones los venezolanos en el padrón, que deben ir a las urnas con un complejo sistema: se eligen 110 diputados por sistema nominal, 52 por lista y 3 en representación de los indígenas.

La compulsa es clave para el gobierno, que confía no sólo en lograr la mayoría de la futura Asamblea, sino que hasta aspira a quedarse con los dos tercios de las bancas. El chavismo tiene actualmente una mayoría casi total en el Legislativo, porque se quedó con todas las bancas en el 2005, cuando la oposición se negó a participar de los comicios, con el argumento de que no había garantías.

De aquellas 167 bancas –fueron esa cantidad y no 165 como se elegirán ahora–, el oficialismo después perdió una decena: las de Podemos y Patria Para Todos, dos fuerzas aliadas que se negaron luego a fusionarse en el ahora Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

El oficialismo puso en marcha hace ya varios meses la llamada “maquinaria roja”, que en las últimas semanas incluyó las visitas de militantes casa por casa en busca de captar los votos de los indecisos, a los que la prensa local denominó “los ni-ni”. Al “operativo arrase” del oficialismo, la Mesa de Unidad opone el “operativo amarre”, como llamó a su tarea proselitista en busca de evitar un nuevo triunfo del chavismo.