Estados Unidos impuso ayer sanciones contra un grupo de altos funcionarios del gobierno iraní, a los que acusó de haber cometido graves violaciones a los derechos humanos durante el año pasado. Es la primera vez que la Casa Blanca toma estas medidas contra personas concretas.

El presidente Barack Obama firmó ayer la orden que impone sanciones contra funcionarios de alta jerarquía en el gobierno iraní, involucrados en la comisión de abusos durante la última elección presidencial del año pasado. “No nos preocupa solamente el programa nuclear de Irán sino también el respeto por los derechos humanos en el país”, subrayó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. En conferencia de prensa, Clinton reconoció que era la primera vez que Washington imponía sanciones contra iraníes.

“Bajo la tutela o las órdenes de estos funcionarios, ciudadanos iraníes han sido arrestados arbitrariamente, golpeados, torturados, ultrajados, chantajeados y asesinados”, resaltó la secretaria de Estado. “El gobierno iraní ignoró los repetidos reclamos de la comunidad internacional de que acabe con estos abusos”, agregó la ex primera dama.

El Departamento del Tesoro, que es el que ejecuta las medidas coercitivas, identificó entre los sancionados al ministro de Bienestar y Seguridad Social de Irán, Sadeq Mahsouli, y al fiscal general, Qolam Hossein Mohseni-Ejei. Otros sancionados son Saeed Mortazavi, quien encabeza la Fuerza Especial de Teherán contra el contrabando; el ministro de Inteligencia, Heydar Moslehi, y el ministro del Interior, Mostafa Mohammad Najjar. La lista la completan el subjefe de la policía nacional, brigadier general Ahmad Reza Radan, y el subcomandante de inteligencia de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hossein Taeb.

“La lista de nombres no es exhaustiva y seguirá creciendo sobre la base de los acontecimientos en Irán y a medida de que se obtengan más información y pruebas”, advirtió la oficina de prensa de la Casa Blanca. “Los derechos humanos son un asunto de importancia moral y pragmática para Estados Unidos”, agregó el comunicado. “Estados Unidos siempre defenderá a quienes en Irán aspiran a que escuchen sus voces”, completó el mensaje emitido por Washington.

Según explicaron, las sanciones prohíben que las instituciones financieras, las empresas privadas y los ciudadanos estadounidenses realicen transacciones con las personas castigadas. La disposición de la Casa Blanca congela los activos de las entidades e individuos sancionados que se encuentren en jurisdicción estadounidense. Aunque no se cree que ninguno de los ocho funcionarios cuente con inversiones ni negocios en Estados Unidos.”Hemos descubierto que cuando identificamos a individuos y exponemos su conducta, los bancos y los gobiernos del mundo responden recortando sus tratos económicos y financieros con estos individuos y sus instituciones”, explicó la decisión el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.

Clinton, que acompañó en la rueda de prensa de Geithner, remarcó que la medida no apunta únicamente a castigar en materia económica. “Es una declaración de nuestros valores”, dijo la titular del Departamento de Estado norteamericano. “Expresa la solidaridad con las víctimas de este tipo de acciones en cualquier parte del mundo”, añadió. Hillary Clinton dijo que la represión política contra disidentes se eleva cada día. La ex primera dama puso como ejemplo que el régimen de Mahmud Ahmadinejad prohibió esta semana a dos partidos políticos reformistas y clausuró otros dos partidos. También agregó que activistas de derechos humanos y periodistas fueron encarcelados o perseguidos por Teherán.