El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, regresó a Asunción desde San Pablo, donde el sábado fue internado de urgencia por una trombosis en la vena cava superior. El ex obispo de San Pedro prometió “seguir con más fuerza este proceso de cambio que ya no se detiene”.

El avión que transportaba a Lugo aterrizó en la capital paraguaya poco después de las 18 (misma hora en la Argentina) y allí mismo pronunció un discurso en el que aseguró que no ha dejado de pensar ni un minuto en el país y agradeció el acompañamiento de la población.

“Quiero agradecer al vicepresidente (Federico Franco), a los ministros y a todos los que han puesto el esfuerzo para que el país no esté abandonado”, dijo el mandatario, según informaron los diarios ABC Color y Ultima Hora en sus páginas de Internet. “Les aseguro que cuando culmine ese tiempo (de tratamiento), este presidente volverá con fuerza y entusiasmo para cumplir con la ciudadanía todo lo que nos hemos comprometido”, añadió.

Lugo dejó el Hospital Sirio-Libanés, de San Pablo, “en buenas condiciones clínicas para el regreso a Paraguay”, según un comunicado del propio centro médico. Allí, donde ya venía recibiendo sesiones de quimioterapia para combatir el cáncer linfático que se le diagnosticó meses atrás, el presidente había sido internado de urgencia el sábado, tras detectársele una trombosis en la vena cava superior.

El oncólogo brasileño Frederico Costa aseguró que Lugo puede ejercer sus actividades sin restricciones y que responde bien al tratamiento contra el cáncer. “Demostró una sensibilidad muy buena a la quimioterapia”, dijo Costa a la radio asunceña Ñanduty. El médico precisó que si bien el linfoma visible desapareció, se le aplicarán al mandatario otras tres sesiones de quimioterapia para atacar el linfoma no visible. Es una enfermedad “crónica e incurable pero controlable”, subrayó Costa.