El ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, advirtió que dentro de diez o quince días los 33 mineros comenzarán a manifestar síntomas de estrés postraumático, ya que varios de ellos mostraron estar delicados emocionalmente.

“Varios están en una situación delicada desde el punto de vista emocional, por lo cual tenemos una cuota de intranquilidad porque estamos entregando a las familias personas que están frágiles”, dijo el ministro, horas antes de autorizar nuevas altas médicas para las primeras horas de esta tarde en el hospital de Copiapó.

“En cuanto las cosas empiecen a decantar, vivirán momentos extaordinariamente difíciles y van a necesitar ayuda, porque sus vidas ya no serán las mismas”, destacó el director médico, quien calificó el rescate “como un verdadero milagro”. Mañalich informó que “hay angustia por todo lo que tuvieron que soportar y aún no se adaptan al sueño o al ciclo de día y noche”, y ejemplificó que uno de ellos “se despierta a las 9 de la noche, que es la misma hora en la que se ocupaba de la faena allá abajo en la mina”.

“Hoy recién pudieron comenzar a contar, con dificultad, lo que realmente vivieron allá abajo, y hasta confesaron que pensaban que iban a morir. No es que no quisieran hablar antes, sino que no podían”, aclaró el funcionario. “De repente quedaron secuestrados en un silencio absoluto sin saber si arriba quedaba alguien. Cuentan que apoyaban los oídos en la roca en busca de algún sonido, pero esos ruidos que les indicaban que los estaban buscando recién aparecieron al quinto día”, relató.

Dentro de las preocupaciones existentes, el médico mencionó que son reacios a los medicamentos, que necesitan descansar y estar con su familia más próxima, y que si bien fueron preparados para enfrentar a las cámaras y a la prensa, “no están acostumbrados”.

“Salieron del infierno de estar bajo tierra, para entrar en el infierno mediático”, opinó el funcionario. De ahí que el alta médica que ya se les dio a 31 mineros es un alta del tipo parcial y no total, ya que seguirán siendo atendidos por personal médico, psicológico y psiquiátrico durante un mes cada dos días.

Si bien el estado de salud general es bueno, aún persiste un caso de úlcera ocular, y algunas lesiones de tipo dermatológicas y dentales. El equipo médico dividió el rescate en cinco etapas: el reencuentro; la recuperación (ya que estaban postrados, dañados, deshidratados y desnutridos); la mantención; el rescate (para lo cual se los preparó quince días antes con ejercicios, clases e imágenes de video); y la reinserción o readaptación que empieza ahora y durará seis meses.

Según se informó, el primer mes serán atendidos por psicólogos y médicos cada dos días, y los otros cinco meses según el estado de cada uno. “Estamos preparados para que esta última etapa sea muy dura”, reconoció Mañalich.