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› BUSH LANZO EL MAYOR AUMENTO DE GASTOS DE DEFENSA EN 20 AÑOS
Si es para el Pentágono, es bueno
Después de anunciar la semana pasada su cruzada contra el “eje del mal” representado por Corea del Norte, Irak e Irán, George Bush presentó ayer un presupuesto que favorece a los militares y a los ricos. El aumento en los gastos de defensa es el mayor en 20 años.
Por Julian Borger *
Desde Washington
El presidente George Bush llevó al gobierno de Estados Unidos nuevamente al déficit, después de cuatro años de superávit, con la publicación ayer de un presupuesto que contempla el mayor salto en los gastos de defensa en 20 años, acoplado por grandes recortes impositivos para los ricos a expensas de los programas sociales y la ecología. El presupuesto para el año fiscal 2003 fue enviado al Congreso envuelto en la bandera: en lugar de las monótonas tapas normales, los cuatro volúmenes estaban adornados con las barras y estrellas, mientras que el mensaje del presupuesto le pide a la nación que enfrente las “nuevas realidades” de la guerra contra el terrorismo.
Los gastos de defensa aumentarán en 48.000 millones de dolares hasta alcanzar los 379.000 millones de dólares, el mayor salto desde la bonanza de defensa de Guerra Fría de Ronald Reagan, una generación atrás. El gasto en la “seguridad del territorio” fue duplicado a casi 38.000 millones de dólares, incluyendo 5900 millones de dólares para gastar en defensa contra el bioterrorismo, un legado de los irresueltos ataques con ántrax del año pasado. Los controles de fronteras serán mejorados con 10.600 millones a ser invertidos en aumento de personal y en equipos más sofisticados. El presupuesto contempla un gasto total del gobierno de 2100 billones de dólares, un 3,4 por ciento de aumento sobre 2002. Bajo el plan de Bush, se espera que el gobierno tenga un déficit de 106.000 millones de dólares este año, seguido por 80.000 millones de déficit en 2003 y 14.000 millones de dólares de déficit en 2004, exactamente lo contrario de los cuatro años de superávit bajo el presidente Bill Clinton.
Los demócratas en el Congreso ya expresaron su casi unánime apoyo al aumento en los gastos de defensa. La batalla por el presupuesto en los próximos meses se enfocará en cambio en los recortes impositivos de Bush, que aumentaron en 591.000 millones de dólares y se extendieron indefinidamente en el presupuesto de ayer. El recorte de impuestos, sostienen los críticos, favorece desproporcionadamente a las empresas y a los ciudadanos más ricos. Para pagar por ellos, los demócratas sostienen que la administración está embolsando ganancias que de otra manera hubieran sido asignadas a los fondos de seguridad social para ayudar a la generación de los ‘60 cuando se retire.
El senador Chris Dodd, un demócrata de Connecticut, refiriéndose a la imprevisión para esas necesidades futuras, le advirtió a la administración Bush: “Están jugando un juego muy arriesgado”. Los otros grandes perdedores en el presupuesto son el Departamento de Trabajo y sus varios planes de entrenamiento laboral para áreas empobrecidas, y la oficina de protección del medio ambiente, cuyo presupuesto fue recortado en un dos por ciento. El gasto general en programas gubernamentales que no sean de defensa aumentaría en sólo un dos por ciento.
El director del presupuesto, Mitch Daniels, sostuvo que los recortes necesarios aumentarán la eficiencia general del gobierno canalizando el dinero de los programas ineficaces a aquellos con éxitos registrados. Los críticos de la administración, sin embargo, declaran que esos juicios son subjetivos y están siendo utilizados para encubrir una redistribución de los gastos lejos de los intereses de los grupos más vulnerables de la sociedad. En su mensaje presupuestario, Bush dijo que su plan “reconoce las nuevas realidades que confronta nuestra nación. Es un plan para pelear una guerra que no buscamos, pero una guerra que estamos decididos a ganar”, escribió.
El Pentágono gastó unos siete mil millones de dólares en la guerra contra el terrorismo, que se prevé que cueste más de 27.000 millones de dólares en el año fiscal 2003, que comienza el 1 de octubre de este año. Más de un tercio del presupuesto de defensa irá a los costos de manutención para mantener a las Fuerzas Armadas en un alto estado de aprestamiento. Bajo el plan de cinco años de la administración, los gastosmilitares aumentarán a 451.000 millones de dólares para 2007. Los gastos para el programa nacional de defensa misilística no cambió de los 7800 millones de dólares. Pero los críticos esperan que el gasto en el programa nacional de defensa misilística crezca en los próximos 15 a 25 años a 238.000 millones de dólares.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère
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