EL MUNDO
› MAS AYUDA Y MILLONES CONTRA LAS GUERRILLAS
Avivando el fuego en Colombia
El Plan Colombia recién comienza. El presidente George W. Bush solicitó ayer al Congreso norteamericano un mayor financiamiento para el entrenamiento de una segunda brigada militar colombiana para combatir a las guerrillas, cuyo accionar las está haciendo cada vez más impopulares. En este contexto –y ante encuestas preelectorales que favorecen al candidato liberal disidente Alvaro Uribe–, se ha lanzado una carrera entre los candidatos presidenciales para ver quién se aleja más de las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Nadie se sorprendió, entonces, de que el candidato oficialista Juan Camilo Restrepo anunciara ayer que no participará de la reunión que el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC convocaron para el 13 y 14 de este mes. “No voy a refrendar con mi presencia un acuerdo (de cese de fuego) que las mismas FARC han violado gravemente”, aseguró Restrepo.
“En el 2003, los fondos se usarán para apoyar actividades antidrogas, la creación de una segunda brigada antidrogas del Ejército de Colombia, desarrollo económico y el fortalecimiento de las instituciones democráticas en Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Venezuela y Panamá”, establece el texto que Bush envió al Congreso. De acuerdo con ese proyecto, se busca el aumento de 643 millones de dólares este año a 731 millones de dólares en el 2003. Un artículo publicado ayer por The Washington Times sostiene que el nuevo programa sería llamado “Colombia: El camino por delante”, y asignaría hasta 1000 millones para el entrenamiento de más fuerzas de seguridad colombianas y para la erradicación de las plantaciones de coca de las que se obtiene cocaína. Estados Unidos establecería la segunda brigada antidroga colombiana y también entrenaría a las tropas locales para proteger infraestructura estratégica como oleoductos, blancos frecuentes de la guerrilla. De acuerdo con el diario, el nuevo plan descansará en gran parte en las Fuerzas Especiales del ejército estadounidense, como los boinas verdes movilizados a Afganistán, que no tendrían un rol combativo en Colombia. Prevé un mayor intercambio de inteligencia con las fuerzas de seguridad colombianas, incluyendo la entrega de comunicaciones interceptadas y fotografías tomadas por satélites, dijo el diario.
En tanto, el candidato presidencial por el oficialista Partido Conservador, Juan Camilo Restrepo, anunció ayer que no participará de la reunión convocada por las FARC. No fue el primero en hacerlo: el liberal disidente Alvaro Uribe, cuyo triunfo las encuestas anuncian, cerró la posibilidad de diálogo con las FARC tiempo atrás. Restrepo, con este giro, parece estar buscando captar los votos de una opinión pública cansada de los cada vez más frecuentes ataques de las guerrillas. También Horacio Serpa, del Partido Liberal, dijo que examina la posibilidad de no asistir debido a los actos de violencia de las FARC y al “equivocado rumbo” que llevan los diálogos de paz. Tanto Restrepo como Serpa habían anunciado en un comienzo su disposición a participar en la cita, programada para el 13 y 14 de febrero próximos en la zona desmilitarizada del sur del país. Un portavoz de la candidata independiente Noemí Sanín señaló que la dirigente condicionó su asistencia a que las FARC se comprometan a cumplir los acuerdos suscritos hasta el momento.
Ayer llegó a Colombia el subsecretario de Estado norteamericano para Asuntos Políticos, Marc Grossman, con el fin de evaluar la marcha del Plan Colombia. Y se encuentra en Bogotá junto a los más altos funcionarios para la región: el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Otto Reich; el director de Asuntos Interamericanos del Consejo de Seguridad Nacional, John Maisto; el secretario de Estado adjunto para Asuntos de Narcóticos, Rand Beers, y el jefe a cargo del Comando Sur, el general Gary Speer.