Amenazas de estado de sitio en un país donde los cocaleros cortan las rutas principales del país y los mineros se pliegan a un paro cada vez más grande a una semana del inicio de un conflicto que se cargó ya 20 vidas: Bolivia está, como dice Hugo Chávez de Venezuela, literalmente en guerra. El domingo por la noche, el diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), líder de los cocaleros y ex candidato presidencial Evo Morales formó el Estado Mayor del Pueblo Boliviano y exigió al gobierno que cese en 48 horas la erradicación de los cultivos de coca en la región del Chapare, entre otros reclamos, bajo la amenaza de exigir su renuncia multiplicando los cortes en todo el país. El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada respondió con otra amenaza: decretar el estado de sitio acusando a Evo Morales de sedición. La Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb) convocó para hoy a un paro nacional de 24 horas. Ayer fue encontrado el cadáver de Víctor Ticona, un cocalero que habría sido torturado, mientras dos policías resultaron heridos de balas de fuego.
Los cocaleros subieron un peldaño más en la disputa con el gobierno al convocar al “Estado Mayor del Pueblo”. La idea de Evo Morales es hacer un gran movimiento con todas las organizaciones sociales del país, y aunque no logró la adhesión formal de la poderosa Central Obrera Boliviana (COB) ni de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos (Csutcb) del líder aymara Felipe Quispe (enfrentado a Evo Morales), sí consiguió la adhesión de los mineros, de algunos sindicatos de maestros y de estudiantes y obreros de su región, Cochabamba. El ministro de Gobierno (Interior), Alberto Gasser, opinó que el MAS “ha fracasado en su intento de fortalecerse a costa de algunas organizaciones sindicales”, pero en los hechos las movilizaciones en las rutas, que comenzaron la semana pasada con los cocaleros y los jubilados que reclamaban una modificación en el régimen de cobro de sus jubilaciones, está poniendo al gobierno contra las cuerdas.
“Para el martes deben cumplirse todas y cada una de las justas y legítimas reivindicaciones de todos los sectores populares. Si ello no ocurre, la consigna será ‘fuera Goni (como se conoce al presidente) y Carlos Mesa (el vicepresidente)’ por incapaces, asesinos del pueblo y alta traición a la patria”, sostuvo ayer Morales. “No creo que en 48 horas se solucionen los problemas, no soy Papá Noel ni Cristo para hacerlo en ese tiempo. Evo Morales tiene el derecho de petición; pero no de arrogarse o tomar la representación del pueblo”, le respondió Sánchez de Lozada. “En la misma Constitución Política del Estado refiere que esto (el ultimátum) es delito de sedición”, añadió.
Las reivindicaciones de las protestas contra el gobierno incluyen, además de los reclamos puntuales de cocaleros y jubilados ahora desmovilizados, la exigencia de que la exportación de gas boliviano no se realice vía Chile y la oposición al ALCA. El Congreso, donde el MAS representa la segunda bancada con 35 escaños, realizará una sesión extraordinaria para tratar la crisis. Los diputados del MAS tienen previsto someter al presidente a un juicio de responsabilidades, que no tiene probabilidades de prosperar en un Congreso con mayoría oficialista.
Los mineros marcharán hoy por la muerte de uno de sus afiliados el sábado en un choque con militares y en adhesión a la lucha de los cocaleros. Los cocaleros de la región de los Yungas, donde se permite el cultivo de hasta 12.000 hectáreas de la hoja destinada a usos tradicionales, cerraron ayer los caminos que vinculan esa zona agrícola con La Paz. No se registraron grandes incidentes cerca de Cochabamba, en la región del Chapare, donde está el grueso de los cocaleros cortando la principal ruta del país, que une La Paz con Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra. El gobierno dice que ha garantizado la circulación por esa vía, pero la situación en la zona es tensa y los cocaleros no se han movido de allí.