El ex presidente estadounidense Jimmy Carter, Premio Nobel de la Paz 2002, tomó las riendas de la situación en Venezuela a raíz del paro opositor que ayer cumplió 51 días –que busca la salida del presidente Hugo Chávez– y propuso dos medidas: por una parte, una enmienda constitucional que acorte el mandato y adelante los comicios con fecha tope del 19 de agosto y, por otra, el llamado a referendo revocatorio de mitad de mandato para esa misma fecha. Ambas iniciativas se llevarían a cabo con el consenso del recién conformado Grupo de Amigos de Venezuela y la OEA, mediadora en el conflicto; y como requisito debería levantarse la huelga general. Además Carter descartó la ampliación del Grupo de Amigos –como lo desea Chávez–, actualmente conformado por Estados Unidos, Brasil, España, Portugal, Chile y México, cuyo diálogo entre cancilleres será el viernes en Washington.
“La alternativa es llegar hasta el 19 de agosto, así que no habría ninguna demora, ningún truco, porque se presentaría a la comunidad internacional a través del Grupo de Amigos”, dijo Carter. Además señaló que ambas propuestas hablarán sobre un acuerdo que será discutido en la mesa de negociación que mantienen desde hace dos meses la oposición y el gobierno de Hugo Chávez, a instancias del secretario general de la OEA, César Gaviria. El ex presidente sentó las bases: “Por un lado habrá la finalización del paro y, por el otro lado, tenemos al gobierno y a la nación que se moverán hacia una enmienda constitucional que pudiese hacerse bien de antemano”.
Carter compartió un desayuno con el presidente Chávez en Caracas, quien aseguró a su vez su disposición de aceptar cualquier opción constitucional, como la enmienda de la Carta Magna y el referendo revocatorio. “Si la oposición quiere, por ejemplo, recortar el período presidencial de seis años a cuatro años, o a cinco, o a tres, es válido que ellos lo intenten ... si la oposición quiere una enmienda para recortar el período o adelantar el referendo revocatorio, debe juntar unas firmas, lo dice la Constitución”, dijo Chávez a la prensa. El jefe de gobierno venezolano precisó que de acuerdo a la Constitución vigente, una enmienda constitucional debe ser aprobada primero por la Asamblea Nacional (AN) y luego por “el pueblo” en referéndum. Las propuestas de Carter para zanjar la crisis fueron formuladas en medio de la espera de una decisión del Tribunal Supremo de Justicia, que diariamente informa sobre la inminencia de un veredicto sobre la validez legal de un referéndum consultivo en torno del mandato de Chávez, programado para el 2 de febrero. El Premio Nobel de la Paz destacó además que el recién creado Grupo de Amigos de Venezuela, “ayudará a que cualquier acuerdo” que alcancen gobierno y oposición “sea honrado por ambos lados”, y subrayó que el grupo no admitirá nuevos miembros, como ha pedido Chávez, reiterando que los ministros de Relaciones Exteriores de los países que lo integran se reunirán el viernes en la sede la OEA en Washington. Carter señaló que el grupo trabajará “muy de cerca” con la mesa de negociación entre el gobierno y la oposición que coordina César Gaviria. Chávez fracasó este fin de semana en Brasilia en sus intentos de ampliar dicho grupo, incorporando a países como Rusia y China de modo de equilibrar las fuerzas, ya que el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recomendó a Chávez que dejara la composición tal como quedó en la reunión de Quito, la semana pasada, que fue en paralelo a la asunción de Lucio Gutiérrez.
Asimismo, Carter evitó dar un pronunciamiento sobre los procesos abiertos el lunes por el oficialismo contra dos canales privados de televisión, por su programación favorable al paro general (ver nota adjunta).