Desde Moscú

El liderazgo ruso reaccionó con ira ayer al atentado en el aeropuerto de Moscú. Ambas partes del dúo que gobierna el país prometieron una respuesta dura al ataque del lunes, que puso en evidencia la vulnerabilidad de la capital a un acto terrorista. El premier Vladimir Putin prometió venganza y el presidente, Dmitri Medvedev, ordenó la persecución de los terroristas y su “destrucción en el acto” si se resistieran al arresto.

Los detalles sobre la explosión, que destruyó el salón de llegadas internacionales en el aeropuerto de Domodedovo justo después de las 4.30 de la tarde el lunes, permanecían poco claros ayer, mientras los investigadores consideraban varias versiones de los hechos.

Es probable que la atrocidad sea el trabajo de un terrorista masculino que actuó solo, con los explosivos ocultos en una valija que estaba acarreando. Las primeras filtraciones de la investigación reforzó las sospechas de que el terrorista era del Cáucaso Norte, la agitada región del sur de Rusia que incluye a Chechenia. También circuló ayer otra versión: que se trataría de una mujer que actuó en complicidad con un hombre.

Los anteriores ataques suicidas, incluyendo el de las bombas en el subterráneo de Moscú el año pasado, se las adjudicaron rebeldes que quieren crear un califato islámico en el Cáucaso. El sitio web ruso Life News publicó ayer lo que dijo que era una fotografía de una cabeza del terrorista suicida, que fue enviada a la policía y las fuerzas especiales en la región del Cáucaso Norte para su identificación y cruce de datos. El sitio también publicó lo que decía era una advertencia de los servicios de seguridad de la policía de Moscú enviada hace un mes, que hablaba acerca de cinco chechenos que habían viajado a Moscú para llevar a cabo un ataque terrorista.

Había cinco extranjeros entre las 35 víctimas, nueve todavía quedan por identificar. El ministro de Salud de Rusia dijo que casi 50 personas permanecían en condiciones “serias” o “muy serias” en el hospital ayer a la tarde. Tanto Putin como Medvedev visitaron ayer a los heridos en los hospitales de Moscú.

Putin describió los ataques como un “crimen abominable tanto por su sinsentido como por su crueldad” y dijo que no tenía duda de que el delito sería resuelto. Dijo también que el “castigo será inevitable” para aquellos detrás del ataque.

Medvedev declaró que los funcionarios gubernamentales serían responsables por cualquier falla en la seguridad. Dijo que aquellos a cargo del aeropuerto serían considerados responsables por lo que él llamó un “estado de anarquía” en la seguridad. “A la gente se le permitía entrar desde cualquier lado. Los restricciones a la entrada en el mejor de los casos era parcial”, dijo. El aeropuerto, que tuvo un invierno desastroso, incluyendo un choque al aterrizar un avión y una falla en la energía que lo cerró durante más de 24 horas, negó que tuviera una falla.

Los funcionarios encontrados culpables de negligencia podrían ser sentenciados hasta siete años de prisión. Medvedev ordenó que se reforzara la seguridad en todos los aeropuertos y otros centros de infraestructura de transporte, elevando la posibilidad de imponer una seguridad ultraestricta, estilo israelí.

Ayer, todos los pasajeros que llegaban a Domodedovo debían pasar sus equipajes por un escaner antes de entrar. Pero es incierto de qué forma esto desalentaría a un terrorista suicida que quisiera hacer el máximo daño. Se congrega gran cantidad de gente en apretadas colas esperando pasar su equipaje por las máquinas en las entradas del aeropuerto, creando un blanco fácil.

Medvedev dijo ayer en una reunión de altos funcionarios del Servicio Federal de Seguridad que los organizadores del ataque tenían “absolutamente la misma responsabilidad” que el terrorista que lo llevó a cabo. “Debemos activar nuestro trabajo en todos los canales, comenzando por neutralizar a los asesinos, parando el apoyo financiero y social, e identificando a sus cómplices”, dijo. Anoche hubo temores de que el enojo por el atentado, si resulta ser el trabajo de terroristas del Cáucaso Norte, podría inflamar más las tensiones raciales en Moscú. Hoy fue declarado día de duelo en Moscú.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.