Sarah Palin, la ex gobernadora de Alaska, le dijo a uno de sus principales colaboradores que odiaba “su maldito trabajo”. La confesión la hizo un poco antes de abandonar su cargo antes de que se cumpliera su mandato, según se filtró en un borrador de una biografía no autorizada que también la acusa de violar las leyes electorales de ese estado. El libro fue escrito por un antiguo asistente y confidente de la líder del movimiento ultraderechista Tea Party y posiblemente será titulado “Lealtad ciega a Sarah Palin: Una memoria de nuestros años tumultuosos”. Las revelaciones podrían mancillar la imagen de la ex gobernadora, que está evaluando candidatearse para la presidencia.

El manuscrito, que aún no tiene una editorial que lo publique, fue escrito por Frank Bailey, quien participó en la campaña de Palin para la gobernación en 2005. Con la colaboración de otros dos coautores, Bailey armó un borrador que se basa, entre otras cosas, en los 60 mil mails que Palin intercambió con sus funcionarios. El ex asesor hace mención a algunos correos que la ultraconservadora mandó cuando acompañó en la fórmula presidencial a John McCain en 2008.

De acuerdo con Gawker, una de las agencias que recibió copias del manuscrito de Baily, uno de los correos muestra un ataque de indignación, cuando Palin entendió (erróneamente) que los seguidores de McCain querían pasarle la factura por haberla investigado antes de que la designaran compañera de fórmula del republicano. “Ridículo. Pagarles a los malditos abogados de campaña de McCain para que me investigaran. Increíble. La campaña es tan falsa. ¿Quién diablos puede pagar para investigarse a sí mismo? Yo no contraté a nadie, ellos lo hicieron. Me dejaron pagando a mí”, se irritó. (En sus correos, se lee una y otra vez la expresión “recontra increíble”, informó Gawker.)

Curiosamente, a uno a los que les llegó una de las copias fue a Joe McGinniss, un periodista que está compilando su propio libro no autorizado de Palin. McGinniss desató el año pasado la ira de la ex gobernadora cuando se mudó al lado de su casa en Wasilla, Alaska.

Los relatos no autorizados de su carrera irritarán a Palin, quien aún no salió al cruce. La idea de lanzarse a la carrera para 2012 ya se ve un poco gastada. El tomo de Bailey podría perjudicarla bastante con la acusación de que desacató abiertamente las leyes electorales del estado. En realidad, su ex colaborador relató cómo la ex gobernadora autorizó ser filmada por un equipo que trabajaba para la Asociación de Gobernadores Republicanos para hacer un aviso televisivo para promocionar su candidatura, algo que no era legal en ese estado.

Sin embargo, puede resultar más dañina la afirmación de que Palin y su esposo Todd se enfurecían con los insultos menores de la gente que ella consideraba enemigos o rivales, que siempre eran lanzados como represalias. “Nos poníamos de acuerdo e íbamos por los opositores en ataques coordinados”, escribió Bailey según el Daily News de Anchorage.

Hay otro mail que Palin envió a sus asistentes en 2009, poco después de que renunciara como gobernadora. “Odio este maldito trabajo”, reconoció en ese correo la política de 47 años.

Pocos se sorprenderán en Alaska. Pero esta publicación quizá reavive la furia que se generó allí cuando abandonó el puesto para el que había sido elegida. Esa rabia es la que le aseguró que en su propio estado esté peor en las encuestas que en cualquier otra parte de los Estados Unidos. Quizás otros coincidan con la descripción que su ex mano derecha hace de la irascible Palin: “Mentirosa y narcisista, una gobernadora incompetente y manipuladora que hizo lo posible por promocionarse a sí misma. No se detuvo ante nada y destruyó a los que se le cruzaron”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.