La policía marroquí reprimió la primera manifestación pacífica que islamistas e izquierdistas intentaban llevar a cabo ayer en Casablanca tras el discurso del rey Mohamed VI, en el que anunció una reforma constitucional. Decenas de personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad según dijeron testigos, después de que los uniformados marroquíes intentaran penetrar en la sede del partido de izquierda Partido Socialista Unificado donde se habían refugiado manifestantes. “Estábamos en una reunión del buró político y nos disponíamos a publicar un comunicado muy favorable al discurso del rey del miércoles cuando las fuerzas del orden intentaron allanar la sede”, declaró Mohamed Buaziz, historiador y uno de los dirigentes del PSU. Los manifestantes reclaman reformas políticas profundas.