El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, pisó ayer nuevamente un tribunal, tras ocho años de estar esquivando a la Justicia. El alto funcionario debió comparecer ante el Tribunal de Milán para responder, en carácter de imputado, en un proceso por fraude fiscal del denominado “caso Mediatrade”.

El premier se trasladó muy temprano al tribunal, donde entró por un ingreso secundario y vallado. Tras la presentación ante los jueces, que se celebró tan solo para establecer el calendario del proceso que se realizará a puertas cerradas, el Palacio de Justicia milanés informó que la audiencia preliminar por el proceso fue fijada para el próximo 4 de abril.

Berlusconi abandonó el lugar con su escolta, luego de detenerse con un centenar de partidarios que lo saludaron en señal de apoyo, al grito de “Silvio, Silvio” y de “hip, hip, hurra”. El lunes, en un programa de televisión, el primer ministro italiano se consideró el hombre más acusado de la historia y del Universo. “El caso Mediatrade es un intento de la izquierda para eliminar el mayor obstáculo que los separa de alcanzar el poder: yo”, denunció.

En la causa, el premier deberá responder por presuntas irregularidades en la compra de derechos televisivos de varias películas estadounidenses retransmitidas a través de los canales que forman su empresa televisiva Mediatrade. Il Cavaliere está implicado junto a otras 11 personas, incluido su hijo, Piersilvio Berlusconi.

El lunes, el premier utilizó como excusa la crisis en Libia para justificar su ausencia ante el mismo tribunal en el marco de la audiencia en el llamado caso Mills. En esa causa, la segunda de las cuatro que recaen sobre su fuero, está imputado por sobornar al abogado David Mills para que testifique a su favor en otro proceso. En el caso Mediaset, el alto funcionario está acusado de fraude fiscal, y en el caso Ruby, de prostitución de menores y abuso de poder.

En este último, la Fiscalía de Milán acusa a Berlusconi de haber mantenido relaciones sexuales con Kharima “Ruby” el Mahroug cuando era menor de edad y de haber presionado a la policía de Milán para que la liberara después de haber sido arrestada por robo.