El presidente Bashar al Asad promulgó tres decretos, uno de los cuales puso fin al estado de emergencia vigente desde 1963, lo cual era una de las principales exigencias de la oposición. Al mismo tiempo, los opositores lanzaron en Facebook llamados a manifestar hoy contra el gobierno. Otro de los decretos promulgados por Asad “estipula la abolición de la Corte de Seguridad del Estado”, un tribunal cuyos juicios eran sin apelación, mientras que el tercero modifica la reglamentación relativa a las manifestaciones.

Se desconoce si, a partir del decreto firmado por Al Asad, el estado de emergencia queda completamente derogado o si la norma necesita ser ratificada en el Parlamento, algo que, sin embargo, sería puro trámite. A finales de marzo pasado, presionado por las protestas contra su régimen iniciadas a mediados de ese mes, Al Asad ordenó la creación de un equipo de estudio con el objetivo de preparar una norma antes del 25 de abril que allanara el camino a la derogación de la Ley de Emergencia.

El pasado martes, el recién nombrado Ejecutivo sirio dio luz verde al proyecto de decreto legislativo que establecía el fin del estado de emergencia, disponía la eliminación del Alto Tribunal de la Seguridad del Estado y aprobaba un proyecto de ley para regular “el derecho de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente”.

La decisión coincidió con la muerte de treinta personas durante una serie de disturbios a comienzos de esta semana en la localidad de Homs, en el centro del país. La agencia de noticias estatal SANA anunció ayer que Al Asad nombró a un nuevo gobernador en la provincia de Homs, Gasal Mustafa Abdelal, mientras el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que un nuevo jefe de policía fue designado en la localidad de Banias, tras la muerte de cinco civiles.

El fin del estado de emergencia, en vigor desde la llegada al poder del partido Baas en marzo de 1963, es la principal reivindicación del movimiento de protesta, junto con la liberación de prisioneros políticos. Asad había prometido el sábado que sería levantado en una semana como máximo. Pero los opositores estimaron que estas medidas no frenarían la represión.

Tras levantarse el estado de emergencia, “los detenidos políticos y de conciencia deben ser liberados, los opositores en el exilio autorizados a regresar, los arrestos deben ser prohibidos y las manifestaciones autorizadas, pero (las autoridades) no van a aplicar la ley”, aseguraron opositores en Facebook antes de la promulgación de los decretos.

Un grupo lanzó a través de esta red social un llamado a manifestar para una jornada de protesta nacional contra el gobierno, bautizada como “Viernes santo”, coincidiendo con el día que conmemora la Pasión de Cristo, que se anuncia como un día de prueba como determinación de la oposición.