El hijo menor de Muammar Khadafi, que murió al igual que tres nietos del líder libio por un bombardeo de la OTAN contra su residencia el sábado, fue enterrado ayer en el cementerio de Trípoli sin la presencia de su padre, tras una ceremonia transmitida por la televisión estatal. Khadafi no acudió al entierro de Saif al Arab, pero sí estuvieron presentes dos hijos del líder libio –Saif al Islam y Mohammed–, así como varios funcionarios del gobierno de Libia. Unas dos mil personas participaron en Trípoli de los funerales de Saif al Arab y de los tres niños, todos con menos de cuatro años. La ceremonia fue acompañada con banderas verdes y fotos de Khadafi, mientras los manifestantes expresaron con los puños en alto su respaldo a Khadafi y su ira por la muerte de los niños. “Estamos todos con la Libia de Khadafi”, podía leerse en uno de los carteles cuando el féretro con los restos de Saif al Arab, cubierto de flores y envuelto en una bandera, era llevado al cementerio de los mártires de Al Hani. La OTAN dijo que había llevado a cabo un ataque contra instalaciones militares y negó que sus operaciones en Libia estuvieran dirigidas contra individuos particulares. El sábado, tras conocerse el ataque, decenas de personas salieron a las calles y causaron daños a las embajadas británica, estadounidense e italiana. El responsable de Exteriores del Consejo Nacional instituido por la oposición libia en Benghazi, Ali al Issawi, condenó los ataques contra embajadas occidentales en Trípoli, por parte de grupos que respaldan a Khadafi.