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› WASHINGTON AUMENTA A CASI 300.000 LAS TROPAS MOVILIZADAS AL GOLFO
Toda la carne (humana) en el asador
El Pentágono ordenó ayer el despliegue de 60.000 soldados adicionales en torno a Irak, con lo cual su fuerza se aproxima a los 300.000 efectivos. Es una nueva señal de que, diga lo que diga la ONU, la segunda Guerra del Golfo tendrá efectivamente lugar.
Luego de la negativa del Parlamento turco de ceder su territorio para que Estados Unidos lanzara un frente norte en su planeada guerra contra Irak, el Pentágono ordenó ayer el envío al Golfo Pérsico de una fuerza adicional de 60.000 efectivos pertenecientes a divisiones blindadas pesadas. Distintos voceros militares norteamericanos afirmaron ayer que está todo listo para la guerra y que este nuevo desplazamiento, que elevaría las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña en el Golfo Pérsico a casi 300.000 soldados, no demorará la ofensiva. En la agenda diplomática, el Consejo de Seguridad acordó reunirse el viernes con el informe del jefe de inspectores Hans Blix en mano, mientras Irak seguía destruyendo misiles Al Samud 2. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, declaró que a principios de la semana próxima presentará el proyecto de segunda resolución, convencido de que “tendrá éxito”. Nada parece indicarlo, pero en cualquier caso sería el último acto de la ONU en este conflicto y el primero de la guerra.
El número de efectivos que recibieron nuevas órdenes de traslado es casi igual al que Estados Unidos pretendía desplazar por Turquía. La sorpresa causada por el Parlamento turco el fin de semana dio paso a las especulaciones sobre cómo se rearmará el frente norte contra Bagdad: desplazamiento de fuerzas desde Kuwait, al sur de Irak, o puente aéreo desde las bases norteamericanas en Turquía o desde el Mar Mediterráneo para instalarse en la zona norte de Irak, controlada por los kurdos. El emirato kuwaití ya ofreció su territorio para los 62.000 efectivos que iban a pasar por Turquía, pero el traslado hacia el norte sería muy dificultoso.
Y si se trata de crear un puente aéreo hacia el norte de Irak, entonces no están afectadas las fuerzas involucradas en la nueva orden del Pentágono. Estas fuerzas incluyen 26.000 efectivos de la Primera División Blindada con sede en Alemania, 24.000 de la Primera División de Caballería y 10.000 del Segundo Regimiento de Caballería Blindada, según indicó un responsable del Pentágono que pidió el anonimato. Ninguna de estas divisiones es fácilmente transportable por avión, y su traslado a la región tomará algún tiempo. En el aire se han quedado la Cuarta División de Infantería, con sede en Texas y que se supone iría a Turquía, y las divisiones de tanques M-1Abrams y M-2 Bradley, que viajan por barco a la región. Parte de la 101ª División Aerotransportada, la división que en general es la primera en atacar en el ejército norteamericano, debía movilizarse a Turquía, pero el Pentágono decidió enviarla completa a Kuwait aun antes de la negativa del Parlamento turco.
En cualquier caso, funcionarios del Pentágono señalaron que los planes de guerra incluyen el despliegue de tropas después de iniciadas las hostilidades. “La movilización total implica más de 300.000 hombres, pero eso no quiere decir que todos serán efectivamente desplazados en la región”, dijo uno de ellos, pidiendo el anonimato. El Washington Post citó al comandante de las fuerzas estadounidenses en Kuwait, teniente general David McKiernan, diciendo que las fuerzas están preparadas para atacar “con o sin Turquía”. En total, hay 120.000 efectivos norteamericanos en Kuwait, de donde partiría en caso de guerra la ofensiva terrestre principal; 44.000 en barcos de guerra en el Golfo Pérsico y en el Mediterráneo Oriental; 8000 en Qatar y 8000 en Arabia Saudita. La cifra total no incluye los 10.000 hombres estacionados en Afganistán ni los otros miles que se encuentran en bases en otros países vecinos de Asia Central.
El momento de lanzar el ataque parece estar atado ahora al calendario diplomático. Con su estrategia de jugarse el resto en la posibilidad de una segunda resolución, Estados Unidos, apoyado por Gran Bretaña y España, deberá esperar a que Blix presente su informe el viernes y después someterá a votación la segunda resolución. “Cada vez me siento más optimista sobre el hecho que, si se llega a una votación, estaremos encondiciones de convencer a la mayor parte de los miembros del Consejo de Seguridad de votar a favor de esta resolución”, dijo Powell.
“Pensamos que una amplia mayoría del Consejo es favorable a la continuación de las inspecciones y que la segunda resolución no pasará”, le respondió el portavoz de la Cancillería francesa, François Rivasseau. Por ahora, los números parecen darles la razón a los franceses. A pesar de su presión constante (Powell, por ejemplo, habló tres veces desde el fin de semana con la Cancillería mexicana), EE.UU. no consiguió cambiar la posición de ninguno de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad para obtener allí una mayoría y forzar a Francia, China y Rusia a no ejercer sus poderes de veto. Y para cuando llegue el día, quizá ya no importe siquiera someter esa resolución a votación. Otra resolución habrá tomado su lugar.
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