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Un alivio simbólico
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva expresó ayer “solidaridad total” a su homólogo colombiano, Alvaro Uribe (foto), tras la reunión que sostuvieron en Brasilia. El encuentro fue de un simbólico alivio de tensiones entre los países, causadas porque Brasil no cataloga a la guerrilla colombiana Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como grupo terrorista, y es crítico del Plan Colombia, antinarcotráfico y antiguerrilla, que impulsa Estados Unidos. Tras la visita relámpago de Uribe, Lula aseguró que Brasil y Colombia “serán compañeros políticos para acabar con la violencia en Colombia”. Su asesor en asuntos internacionales, Marco Aurelio García, dijo que Brasil reiteró su ofrecimiento del Sistema de Vigilancia para el Amazonia (con radares, aviones y satélites). El compromiso quedó asentado en la declaración conjunta, en la que se señala que “Brasil y Colombia acordaron coordinar esfuerzos bilaterales en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado”. Para eso, decidieron constituir un grupo de trabajo integrado por ambos ministerios de Relaciones Exteriores, Defensa y Justicia.