EL MUNDO
El islamista que Bush anda buscando
El triunfo de un islamista puede favorecer los planes norteamericanos en Irak. Esto que suena un tanto ridículo ocurrió ayer, cuando el líder del oficialista Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP) de Turquía, Recep Tayyip Erdogan (foto), fue electo diputado en una elección regional en Sirt, al sudeste del país. Así, el líder del AKP podrá convertirse en el nuevo primer ministro de Turquía reemplazando al actual jefe de gobierno Abdulá Gul. La cuestión es que el gobierno islamista turco había enviado hace poco más de una semana al Parlamento, de mayoría oficialista, un proyecto para permitir el ingreso de 62.000 soldados norteamericanos a territorio turco para abrir un frente norte contra Irak. El Parlamento lo rechazó y algunos diputados deslizaron la razón del desliz: no provocar la derrota de Erdogan, ya que la opinión pública turca está en contra de la guerra. Ahora que ganó, el proyecto sería presentado nuevamente y quizás, ahora sí, aprobado.