Desde Lima

Antauro, hermano menor del presidente Ollanta Humala, se ha convertido en un dolor de cabeza para el nuevo gobierno. En prisión por la muerte de cuatro policías en enero de 2005 durante un levantamiento armado que buscaba derrocar al entonces presidente Alejandro Toledo –hoy aliado político de su hermano Ollanta–, el ex mayor del ejército Antauro Humala, de 48 años, presiona para ser liberado. El presidente Humala ha dicho que el caso de su hermano no está en la agenda de su gobierno. Desde prisión, en declaraciones a un canal de televisión, Antauro Humala ha respondido amenazante, exigiéndole a su hermano –el presidente– que lo libere, y le ha dicho que si no lo hace estaría demostrando ser “un arlequín” de la derecha, y le ha advertido que Perú se podría convertir en “un polvorín” y su gobierno terminar como los derrocados ex presidentes Sánchez de Lozada, de Bolivia, o Lucio Gutiérrez, de Ecuador.

El ex dictador Alberto Fujimori, condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción, observa expectante el desenlace de esta historia familiar y política: un indulto o amnistía a Antauro Humala podría jugar a su favor. Fujimori, cuya condena ha sido ratificada en última instancia hace unos días por el Tribunal Constitucional, que rechazó un pedido de su defensa para anular la sentencia en su contra, también espera un indulto para salir en libertad; y si el hermano del presidente recibe este beneficio, eso abriría las puertas para que los defensores del ex dictador exijan el mismo trato para Fujimori.

El presidente Humala enfrenta la presión de su familia para liberar al hermano preso –su padre, Isaac Humala, que es el abogado de Antauro, se lo ha exigido públicamente–, pero sabe que, si accede a liberarlo, eso significaría un durísimo golpe a su gobierno. Una reciente encuesta revela que el 76 por ciento de los peruanos se opone a la liberación de Antauro Humala. Porcentaje similar también rechaza la liberación del ex dictador Fujimori. En el gobierno se han dado voces cruzadas en este tema. Algunos han dejado abierta la puerta para una liberación del hermano del mandatario, pero la mayoría de los representantes de la administración, incluido el propio Ollanta, han negado una intervención a favor del consanguíneo del presidente y han dicho que dejarán que sea el Poder Judicial el que decida su futuro.

En la madrugada del 1º de enero de 2005, el mayor en retiro Antauro Humala, al mando de un grupo de reservistas del ejército, asaltó una comisaría en la andina ciudad de Andahuaylas. Retuvo a los policías secuestrados y exigió la renuncia del presidente Toledo y la restitución de la Constitución de 1979, que Fujimori anuló y reemplazó por una nueva en 1993. La aventura terminó dos días después, con cuatro policías y dos reservistas muertos. Antauro Humala fue condenado a 25 años. Pero en junio de este año, en segunda instancia, se ha cambiado el delito de “homicidio calificado” por “homicidio simple”, con lo que la condena al hermano del presidente fue rebajada a 19 años. El tribunal que ve la apelación todavía está por resolver si se anula el delito de secuestro. Si éste se anula, la sentencia a Antauro se reduciría a 17 años y podría acogerse a beneficios penitenciarios para disminuir su condena, a los que no tendría derecho si se mantiene la condena por secuestro. En ese caso, Antauro podría salir libre a mediados de 2013.

Pero Antauro Humala quiere su libertad de inmediato y exige que su hermano lo libere. Le ha recordado al presidente que ambos se levantaron juntos en armas en noviembre de 2000 contra la dictadura de Fujimori y en defensa de la Constitución de 1979, y ha equiparado ese alzamiento con el que él dirigió en 2005 contra Toledo. Pero lo que Antauro no ha dicho es que su levantamiento armado de 2005, a diferencia del que protagonizó con Ollanta en el año 2000, buscó derrocar a un gobierno democrático, como el de Toledo, y no a una dictadura como la de Fujimori.

“El presidente juró por la Constitución de 1979 –ha dicho Antauro, recordando la simbólica reivindicación de la Carta Marga del ’79 que hizo Ollanta al juramentar como presidente– y, a menos que sea un arlequín, los que nos hemos sublevado en defensa de la Constitución de 1979 debemos ser considerados precursores y estar libres. Espero que (Ollanta) sea consecuente.” “Cada día que pase de este gobierno estando los etnocaceristas y Antauro presos, el gobierno se deslegitima (...). El país puede ser un polvorín”, ha amenazado Antauro Humala desde la prisión de máxima seguridad en la que cumple condena.

Antauro Humala, excéntrico, admirador de Robespierre, declarado partidario de fusilar desde la clase política hasta los homosexuales, y que se define como líder del etnocacerismo, movimiento fundado por Isaac Humala y que es una mezcla de nacionalismo fascistoide, militarismo e indigenismo radical, ha dicho desde prisión que espera salir libre para enero de 2012 y lanzar su propio partido político para postularse en las elecciones presidenciales de 2016.