El ministro de Defensa de Chile descartó ayer que el gobierno vaya a utilizar las fuerzas armadas para neutralizar las protestas estudiantiles. Andrés Allamand respondió a las declaraciones del alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, quien había pedido sacar a los militares a la calle para hacer frente a las manifestaciones en Chile. Mientras tanto, los artistas llevaron a cabo una toma en la sede de Unicef en apoyo a los estudiantes en lucha por reformas educativas.

“El orden público se garantiza a través de la acción de Carabineros”, dejó en claro el ministro de Defensa, desde Buenos Aires en misión diplomática. “En el caso de aquellos que cometen delitos con motivo de manifestaciones, (se garantiza) a través de la acción de los tribunales de Justicia”, cerró enfáticamente Allamand.

En declaraciones al diario La Tercera el domingo pasado, el jefe comunal había generado revuelo incluso dentro de las filas de su propio partido, Unión Democrática Independiente. “Si esto no para antes del 11 (de agosto), y tiendo a creer que no va a parar, va a ser muy duro. Quienes tienen que medir esto son el Ministerio del Interior y los organismos especializados. Si ven que este cuento está a un nivel de alto riesgo, muy sencillo: tendrán que ver si con las fuerzas policiales alcanza. Si no, tendrán que pedir ayuda a las fuerzas armadas”, afirmó sin rodeos.

Las condenas a estos dichos no se hicieron esperar, especialmente por parte del movimiento estudiantil. Al verse contra las cuerdas, el alcalde ensayó una rectificación vía Twitter. “No quisiera que las FF.AA. tengan que salir a la calle, pero tampoco quiero ver episodios como post terremoto de saqueos y barricadas”, se excusó Zalaquett.

Con un tono más conciliador, el ministro de Defensa buscó despegarse de los dichos del alcalde de Santiago. “Cada vez que en la historia de Chile hemos transformado la intransigencia en lo más importante y hemos despreciado los acuerdos, y cada vez que hemos sobrepasado o despreciado o no encauzado nuestros conflictos por vías institucionales, los resultados siempre han sido malos”, dijo Allamand, poniendo paños fríos.

En Santiago, artistas chilenos ocuparon la sede de la Unicef en apoyo a los estudiantes. Las bandas locales Illapu, Chico Trujillo, Banda Conmoción y Schwenke y Nilo encabezaron la protesta que terminó por la noche de manera pacífica. “Nos convocamos de forma espontánea para apoyar a los estudiantes”, dijo Roberto Márquez, de la agrupación folklórica Illapu, sobre el grupo de unas 70 personas que ocupó la sede diplomática. Entre los manifestantes había escultores, músicos, pintores y artistas plásticos. “La idea es llamar la atención sobre esta insoportable indiferencia del gobierno”, agregó Márquez.

Los estudiantes chilenos ya habían tomado la sede hace semanas, pero la habían desalojado de forma pacífica al cabo de algunas horas. La Unicef no se había pronunciado sobre esa ocupación de sus oficinas ubicadas en el barrio de clase alta de Las Condes. Pero al cabo de la toma de los artistas, el representante de la agencia salió en defensa de las demandas estudiantiles ante un gobierno que no satisfizo con sus contraofertas. “Chile tiene uno de los sistemas de educación más segmentados de América latina y de hecho más segmentados del mundo”, dijo Gary Stahl. “Si uno es pobre recibe una educación pobre, y si uno es rico recibe una excelente educación”, razonó el funcionario de Unicef.