EL MUNDO
Un domingo de atentados, tanques, cazas y disparos
El movimiento fundamentalista Hamas mató ayer a dos israelíes en una cafetería cerca de una base militar y sería el autor del disparo de dos misiles contra Israel.
Israel respondió con fuego surtido.
El de ayer fue un escenario de ping-pong de la violencia. Primero llegó un ataque palestino reivindicado por las brigadas Ezadin-el-Kassam, brazo armado del movimiento Hamas, contra una cafetería en Bersheva, cerca de una base del ejército israelí en el sur de Israel, que dejó cuatro muertes, las de los dos atacantes y dos israelíes, más un mínimo de cinco heridos. Después llegó la represalia del ejército israelí, que atacó con aviones de combate F-16 la sede de los servicios de seguridad palestinos en Gaza (en que fueron heridas 22 personas) y lanzó dos cohetes al oeste de dicha ciudad, cuyo impacto hirió a dos trabajadores de Naciones Unidas. Entretanto los palestinos usaron por primera vez un arma potencialmente de guerra, lanzando tres misiles Kassam-2 –que tienen un alcance potencial de hasta ocho kilómetros– desde la Franja de Gaza hacia terreno israelí, y se supo que uno cayó en un campo al norte de Gaza. En este contexto, el premier israelí Ariel Sharon, a su regreso de Estados Unidos, culpó al líder palestino Yasser Arafat del aumento de los atentados terroristas de los últimos días y amenazó con “tomar decisiones” al respecto.
Dos atacantes palestinos entraron efectuando disparos en una cafetería cercana al cuartel general del ejército israelí en Bersheva, al sur de Israel, y mataron a dos israelíes y hubo al menos cinco heridos. Los dos agresores fueron muertos por soldados israelíes en ese mismo momento. El brazo armado del movimiento integrista Hamas, las milicias de Ezadín elKassam, reivindicó el ataque. Unos 90 minutos antes, un misil Kassam-2 había caído entre dos tractores que trabajaban en un campo en territorio israelí al norte de la ciudad de Gaza. Se escucharon otras dos explosiones, pero no se localizaron los misiles. El ejército israelí respondió horas después bombardeando el cuartel general de Gaza del presidente Yasser Arafat –que se encuentra bloqueado en Ramalá por el ejército israelí desde el 3 de diciembre–, hiriendo a 22 personas. Los aviones de combate israelíes F-16 lanzaron tres bombas contra ese objetivo palestino y también hirieron a dos trabajadores de Naciones Unidas. Además, las fuerzas israelíes continuaron sus operaciones de búsqueda de activistas palestinos en el norte de Cisjordania, donde detuvieron a tres palestinos cerca de Nablus; poco después del atentado de Beersheva, los tanques israelíes realizaron una incursión al norte de la Franja de Gaza.
Sharon, de vuelta de su visita a Washington y Nueva York, acusó ayer al presidente palestino Yasser Arafat de ser el responsable “directo” del aumento de los atentados terroristas de los últimos días y afirmó que Israel tomará “decisiones” al respecto. Durante la cuarta visita de Sharon a la Casa Blanca, las autoridades de Washington anunciaron su intención de continuar sus presiones contra el presidente Arafat, pero frustraron la intención de Israel de romper relaciones con el líder palestino.