Al menos siete personas murieron ayer en dos atentados cometidos en la capital de Turquía, que causaron también heridas a otras 15 personas. La explosión de un presunto coche bomba cerca de un colegio secundario mató a tres personas e hirió a unas 30 en Ankara.

“Es altamente probable que el estallido haya sido un ataque terrorista”, dijo el ministro del Interior, Idris Naim Sahin. “La explosión ocurrió en una zona en que el tránsito de autos y personas es intenso. Parece que la intención fue infligir el mayor daño posible”, agregó el funcionario. El auto estaba estacionado y fue comprado hace una semana, pero todavía no había sido registrado, señaló Sahin, citado por la agencia de noticias turca Anatolia. Ningún grupo reivindicó el presunto ataque.

También en Ankara fallecie-ron cuatro civiles, dos de ellos mujeres, cuando agresores lanzaron una granada contra el vehículo en el cual viajaban. El atentado se produjo horas después del coche bomba que estalló en Ankara y que dejó tres muertos y 15 heridos. También en ese caso las autoridades apuntan a los separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). El estallido desató una serie de explosiones en otros vehículos estacionados en las proximidades del supuesto coche bomba.

Los heridos fueron tratados inicialmente en el patio del colegio secundario cercano al lugar de la deflagración, antes de que equipos médicos los trasladaran a hospitales, informó el canal de noticias privado NTV. Las autoridades evacuaron el colegio, en cuyas puertas ya se habían congregado varios padres preocupados por sus chicos. Rebeldes kurdos que luchan por independizar una parte del sudeste de Turquía aumentaron sus ataques en los últimos meses.