EL MUNDO
› UN PANTALLAZO SOBRE LA COBERTURA DE LOS CANALES DE TELEVISION
Imágenes y palabras de un cambalache
› Por Julián Gorodischer
Una acuarela de manchas y colores, el inicio del fuego. Podría tratarse de una exótica Navidad, de un festejo con fogonazos de artificio. Pero es la guerra, y el analista de TN, Andrés Repetto, se pregunta: “¿Qué significan los daños colaterales?”. La CNN en español acata la denominación oficial de “Operación Liberación de Irak”, y habla de los muertos con eufemismos: “Cirugía mayor”, “Media hora de bombardeo”, “Se cierran filas”. Es una manera práctica de facilitar la digestión: que la guerra estalle como una pintura abstracta, un cielo oscuro, una ciudad apenas distinguible, un ruido que podría ser el de una ametralladora pero también el motor de un electrodoméstico. Narrar la guerra, para CNN, es acompañar las acciones del batallón, dar prioridad al discurso de George Bush Jr. Narrar es heredar los influjos de otras coberturas (la guerra del Golfo, Afganistán) que siempre respetan las mismas premisas: la primicia es la decisión de la Casa Blanca, y la información caliente llega cuando Ari Fleischer festeja la novedad: “Turquía cedió su territorio aéreo”.
Las cadenas europeas reflejan otro mundo: en la Deutsche Welle, Vladimir Putin y Jacques Chirac reaccionan contra el ataque, y la TV5 francesa es la única que brinda sus impresiones sobre el pueblo iraquí, con una cámara en las calles arrasadas y en la frontera. La TV europea refleja la Europa dividida, el fin de las Naciones Unidas, y titula “La guerra del petróleo”. En TV5 se ven cuerpos y rostros, se alcanza a ver a un familiar de un herido, se escuchan lamentos. La presentadora se pregunta: ¿Los refugios?, ¿la medicación?, voces humanitarias en medio de la “neutralidad” de CNN. TV5 llega lejos en la disidencia y da voz al canciller francés, Dominique de Villespin: “Sería dañino derrocar a Saddam, inauguraría un círculo de violencia”. La TV española cambia de eje: “Reunión Cumbre entre Aznar, Bush y Blair”, periodistas excitados de ser parte de la Cumbre del Mundo, ascendidos al status imperial.
En el 13 las chicas de “Grandiosas” reciben a Nelson Castro para comentar la guerra, para predecir futuros, pero después pasan el chivo de la loción capilar. Los chimenteros se muestran compungidos, pero después tiran el palo a la vedette por “desfachatada”. Crónica TV alterna su placa roja, nunca más justificada, con informes extensos sobre remodelaciones en trenes o la actualidad de la Bolsa. América se disciplina en torno de su servicio de noticias, pero el tenor de sus programas vespertinos lo pone en un brete tras otro. Telefé festeja la maternidad de Florencia Peña e interrumpe con un último momento: “Otros cuatro muertos en Bagdad”.
Canal 9 rompe todas las reglas de la corrección política y se alinea como ni siquiera lo hacen CNN o Telemundo. Se lee: “Comenzó la liberación iraquí”. Y en “Cotidiano”, o en los noticieros, se presenta la operación “Libertad de Irak” para dar pie a la corresponsal en Jordania, Teresa Bo. La chica insiste sobre el peligro de que Saddam tenga armas de destrucción masiva. Teresa es rubia, delgada, y Viviana Canosa se pregunta cómo no figura en las pasarelas. De fondo, cuando ella comenta la noticia, la música de Rambo o de Viaje a las estrellas dramatiza la escena como si hiciera falta, y el vivo se traslada a Washington para seguir las advertencias del secretario de Defensa. Canal 9 apoya el inicio de la “liberación”, su corresponsal expulsada de Irak se queja del maltrato, y la película de acción clase B sigue su marcha.
¿Cómo oponer una mirada propia? ¿Cómo dejar sentada una opinión que se distancie de la versión oficial? Algunos lo intentan, y la iniciativa llega desde el lugar menos pensado. Canal 26, sorprendentemente crítico de la guerra, repite el discurso de Saddam y agrega el subtítulo “Guerra del petróleo”. La guerra da para todo: para subir el rating a los 13 puntos a los que llegó el miércoles “Periodistas” (que tuvo una mesa imperdible, en la que Carlos Escudé perdió cualquier compostura y Jorge Asís se fue del piso), para marcar diferencia editorial, o para escuchar, en “Va por vos”una definición notable. “Todo esto nos está afectando al aparato digestivo”, dice hablando de la guerra el doctor Alberto Cormillot.