EL MUNDO
› PARIS RECHAZA QUE WASHINGTON Y LONDRES DIRIJAN LA RECONSTRUCCION
Otros dos “non” de Chirac a EE.UU.
El presidente francés anticipó su veto a cualquier resolución de la ONU que deje la administración de posguerra de Irak en poder de EE.UU. y Gran Bretaña. Y se negó a expulsar diplomáticos iraquíes y congelar cuentas de ese país, escalando el choque con Washington.
› Por Eduardo Febbro
Página/12
en Francia
Desde París
Al cabo de 48 horas durante las cuales el presidente francés dio la impresión de aceptar sin muchos comentarios la fatalidad de la guerra, Jacques Chirac volvió ayer a ocupar la primera línea de la oposición a Estados Unidos. Apenas iniciado el ataque contra Bagdad, Chirac “lamentó” la ofensiva norteamericana pero no llegó a condenarla explícitamente. Sin embargo, ayer viernes, el mandatario afinó la posición que París contempla mantener en el futuro anunciando que Francia “no aceptará” ninguna resolución de las Naciones Unidas que deje en manos de los “beligerantes norteamericanos e ingleses el poder de administrar Irak al final de la guerra”. El presidente francés defendió la “plena soberanía de Irak” y puso de relieve que los “recursos del país pertenecen únicamente al país”. El jefe del Estado consideró que si se presentara una resolución poniendo en manos de Washington y de Londres la administración de Irak, ello no sería sino “un medio posterior para justificar una intervención militar”.
Mucho más incisivo que en los últimos dos días, Chirac pidió que se regresara “lo más rápidamente posible a la legalidad internacional de la que, desgraciadamente, hemos salido con esta guerra declarada sin el aval de las Naciones Unidas”. París no cree ni una sola palabra del discurso oficial norteamericano. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, aseguró ayer que no “sabía muy bien de qué está hablando Jacques Chirac. Le vamos a demostrar al mundo que venimos a Irak como libertadores”. Lejos de creer en estas intenciones, París se adelanta a un hecho ya conocido por los diplomáticos. Fuentes diplomáticas francesas revelaron que la intervención de Chirac se explica porque “ya está circulando en el seno de la ONU un proyecto de resolución británico que busca que el Consejo apruebe una resolución que apunta dejarle a Londres y Washington la gestión de Irak”. En este contexto, Chirac reiteró que “sea cual fuere el resultado del conflicto iraquí y de las operaciones militares, habrá que reconstruir el país y, para ello, sólo existe una instancia: no es Europa sino las Naciones Unidas”. La diplomacia de la capital francesa quiere evitar que ocurra con la paz lo que ocurrió con la guerra, es decir, que todo se haga de manera “unilateral”. Dentro de esto, el presidente francés ya protagonizó un duro enfrentamiento verbal con el primer ministro británico, Tony Blair, que protagonizó la subordinación más estricta a los dictados de Washington.
El segundo episodio que marcó la voluntad de París de establecer nuevas diferencias con Washington atañe al pedido norteamericano de expulsar a los diplomáticos iraquíes y cerrar la embajada. Según un comunicado del ministerio francés de Relaciones Exteriores, un “pedido semejante” atañe “la soberanía de Irak y, en la actualidad, no existe razón alguna”. Seguidamente, Francia tampoco dio curso a la solicitud de “congelar” los haberes del gobierno iraquí. Por más duro que sea el forcejeo actual, la diplomacia francesa está convencida de que una vez que el operativo militar llegue a su término, Estados Unidos deberá pasar forzosamente por la ONU. París cuenta con los Estados miembro del Consejo de Seguridad que no cedieron a las presiones norteamericanas y con la vasta franja de la comunidad internacional ante la cual, argumenta Francia, la administración Bush terminó de sacarse la máscara.
En las últimas horas, Rusia y China concurrieron en las mismas posiciones que Chirac, negándose a expulsar diplomáticos y a congelar fondos. Pero ha sido la presidencia francesa la que ostentó el perfil diplomático más alto.