Cientos de mujeres yemeníes quemaron ayer sus velos en un gesto de desafío contra la brutal represión del régimen al levantamiento popular que ahora entra en su décimo mes. Las mujeres, entre las más conservadoras vestidas a la manera árabe, tiraron sus prendas negras a una pila en la capital Sanaa, las rociaron con nafta y les prendieron fuego, gritando: “¿Quién protege a las mujeres yemeníes de los crímenes de los matones?”.

Fue un acto altamente simbólico que reflejó la ira de muchos yemeníes ante el duro manejo del presidente Ali Abdullá Saleh de las protestas anti-régimen que escalaron desde pacíficas manifestaciones en las calles pidiendo la reforma, a sangrientos encuentros por el poder entre elites rivales y el gobierno.

Las mujeres que han jugado un importante rol en el levantamiento de Yemen, estaban haciendo el tradicional pedido a los hombres de la tribu para que las protegieran de las fuerzas gubernamentales, que a veces han actuado cruelmente para acallar las protestas. Mientras ellas se manifestaban, un cese de fuego con fuerzas rebeldes y hombres de las tribus alineados libremente con la oposición, pareció estar resolviéndose horas después de que fuera anunciado por el gobierno.

Unas 20 personas, incluyendo hombres de las tribus y soldados yemeníes, fueron muertos en una dura lucha en la capital. Muchos temen que Yemen, que también alberga a fuerzas de Al Qaida, esté en el borde de una guerra civil y un colapso económico. Saleh, que lleva 33 años en el poder, ha dicho varias veces en los últimos meses que está dispuesto a abandonar el poder, sólo para retractarse luego.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.