El presidente de Chile, Sebastián Piñera, concluyó ayer una breve visita oficial a Uruguay, donde se reunió con su par local, José Mujica, y fue repudiado por universitarios locales. Además del encuentro con “el Pepe”, Piñera visitó el Congreso y se reunió con empresarios. Al mediodía se presentó en el almuerzo ofrecido por la Asociación de Dirigentes de Marketing, en el que participaron autoridades del gobierno, dirigentes políticos y empresariales y ex presidentes. Por la tarde fue recibido por la Asamblea General Legislativa y más tarde por el presidente José Mujica. “Muchas veces entramos a la integración en América latina con una visión: protejamos que las exportaciones de los otros países no lleguen a los nuestros. Y no nos damos cuenta de que si todos operamos con la misma lógica tampoco nuestras exportaciones van a poder llegar a los otros países”, reflexionó durante la conferencia con empresarios.

En el Parlamento, Piñera brindó un encendido discurso fustigando las políticas económicas de los países centrales. Reclamó cambios y renovaciones en las organizaciones mundiales, como el FMI, el Banco Mundial o la ONU. “No están a la altura de los problemas que hoy sufre el mundo y no dan soluciones”, arengó.

Piñera fustigó las políticas desarrolladas por las naciones líderes en el mundo y justificó la acción de los grupos autodenominados indignados. “Se han rebelado contra aquellos que no supieron darles soluciones a sus reclamos”, dijo, sin hacer alusión a las protestas que desde hace seis meses su gobierno reprime en las calles. También recordó las crisis de Estados Unidos y de Japón, que vaticinó tardará diez años en recuperarse.

Piñera destacó que con Uruguay, Chile es de los dos países con mayor ingreso per cápita de América latina. “Derrotar la pobreza y superar el subdesarrollo antes de que termine está década son las metas, porque si mantenemos los ritmos de crecimiento lo lograremos”, dijo.

Por su parte, Mujica habló al término de la reunión con su par sudamericano. “Nuestra América es una especie de enorme nación descoyuntada y muchos países; todos tienen su nacionalidad y valen, pero tenemos un pasado y un porvenir desafiante en un mundo que se globaliza”, dijo Mujica. Tras una reunión de poco más de una hora, los presidentes firmaron una declaración en la que se comprometieron a profundizar sus relaciones políticas, económicas, comerciales, sociales y culturales, en el marco del Acuerdo de Asociación Estratégica firmado por los países en 2008. Los mandatarios resaltaron la visión común existente respecto a la significación de los procesos de integración que ha permitido consolidar la coordinación política a través de los diferentes mecanismos de integración sudamericana y latinoamericana, como la Unasur, el Mercosur y la futura Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). No obstante, Piñera había indicado más temprano que la región tiene muchas organizaciones, pero falta la verdadera voluntad de integración en el continente. Los presidentes suscribieron una declaración conjunta a través de la cual destacaron las obligaciones del acuerdo de asociación estratégica. El conservador chileno invitó a Mujica a visitar su país el año próximo y viajar juntos a las bases de ambos países en la Antártida.

En medio de un fuerte dispositivo de seguridad que impidió que se acercaran a la residencia presidencial, unos doscientos estudiantes convocados por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay manifestaron su rechazo a la presencia de Piñera en el país y expresaron su solidaridad con los estudiantes chilenos.

“El sistema de enseñanza que se instauró en la dictadura de Pinochet fue continuado por la Concertación, en donde el Estado no se responsabiliza por la educación, dejándola en manos de las corporaciones privadas, lo que trae como consecuencia que los padres deban endeudarse durante años para que sus hijos puedan estudiar”, expresaron los manifestantes uruguayos.

Al finalizar la visita oficial, Piñera viajó a Asunción, donde ayer se inauguró la XXI Cumbre Iberoamericana de presidentes, con una ceremonia en el Banco Central de Paraguay.