EL MUNDO
› 1000 PARACAIDISTAS PREPARAN EL TERRENO A LOS VEHICULOS MILITARES
Un frente norte a puros golpes de mano
Por Juan Carlos Sanz
Enviado especial a Erbil
Ateridos bajo el granizo, los 1000 paracaidistas de la 173ª Brigada Aerotransportada de EE.UU. llegados de madrugada al Kurdistán iraquí cavaban trincheras a media mañana del jueves (hora local) en torno de la pista de aterrizaje de Harir, 70 kilómetros al nordeste de Erbil, para asegurar la cabeza de puente de una ofensiva militar contra Bagdad desde el norte. Aunque tal vez no fuera imprescindible dar un “golpe de mano” sobre un aeródromo en buen estado y controlado por milicias aliadas, la operación ha sido sin duda uno de los lanzamientos de paracaidistas más importantes desde la II Guerra Mundial.
Tras la llegada de cerca de tres centenares de miembros de las fuerzas especiales (comandos), que aterrizaron el domingo en el aeródromo de Suleimaniya a bordo de aviones de transporte, la operación de Harir es el mayor despliegue de fuerzas terrestres de EE.UU. en el norte de Irak desde el estallido del conflicto. Pero todavía es un contingente insignificante, a la vista de los 125.000 soldados, con cobertura de carros de combate y artillería, con los que cuenta el régimen de Saddam Hussein en la región. Washington dispone, sin embargo, del apoyo de más de 60.000 milicianos kurdos armados con apenas fusiles de asalto, pero que conocen perfectamente el campo de batalla. Y, por supuesto, Washington mantiene una abrumadora superioridad aérea.
Mientras los soldados chapoteaban entre el barro y los peshmergas kurdos los protegían del acoso de decenas de periodistas, una base militar estadounidense cobraba forma ayer en el fondo de un valle del Kurdistán. Cuerpo a tierra en varios nidos de ametralladoras, los norteamericanos vigilaban los accesos desde la cercana carretera, donde una patrulla conjunta de paracaidistas y peshmergas controlaba el paso hacia la cercana población de Bashur. En la cabecera de pista había estacionados dos grandes helicópteros de transporte y más de una decena de vehículos.
La principal misión de los paracaidistas de la 173ª Brigada Aerotransportada de EE.UU., con base en Vicenza (Italia), es ahora asegurar el control sobre el aeródromo para garantizar el transporte de material militar hasta el frente norte: blindados del tipo Bradley y carros de combate, encuadrados en la 63ª Brigada Acorazada, con base en Bilsek (Alemania).