EL MUNDO
› REANUDAN UN PROGRAMA CLAVE ANTE UNA CATASTROFE HUMANITARIA
Algo menos de hambre por petróleo
Ante una posible catástrofe humanitaria por la invasión a Irak, la ONU reanudó ayer el programa de “Petróleo por alimentos”.
Ante la inminencia del ataque anglo-estadounidense, la ONU había interrumpido el programa “Petróleo por alimentos”, implementado hace siete años. Ayer, el Consejo de Seguridad aprobó su relanzamiento. Este programa consiste en que el dinero por las exportaciones petroleras iraquíes sean administradas por la ONU para importar en Irak alimentos y remedios. El 60 por ciento de los iraquíes sobrevive gracias a este programa. El acuerdo en la ONU se logró después de que Rusia pidiera que se tachara de la resolución una alusión directa a EE.UU. y Gran Bretaña que hubiera podido leerse como una legitimación de la guerra contra Irak.
Desde hace siete años, el 60 por ciento de la población iraquí sobrevive gracias a este programa, interrumpido unos días antes de que empezara la guerra el 20 de marzo. Pero la resolución 1472 votada por unanimidad permitirá que el programa vuelva a funcionar lo antes posible. Este fue instaurado en 1996 para que Irak pudiera importar alimentos y remedios por fuera del embargo impuesto por la ONU después de la invasión a Kuwait en 1990. Desde entonces, el nivel de vida de los iraquíes se desplomó y los organismos humanitarios de la ONU advirtieron sobre la posibilidad de que hubiera epidemias o hambrunas. Bagdad tardó 20 meses en aceptar esa resolución, que exige que los ingresos petroleros iraquíes vayan a una cuenta bancaria administrada por la ONU. Un tercio de esta suma es retenida para pagar los daños en Kuwait.
En principio, Irak estaba autorizado a vender petróleo por 2.000 millones de dólares cada seis meses, mientras que las importaciones de alimentos y remedios quedaban bajo control de la ONU. En diciembre de 1999, el Consejo de Seguridad decidió eliminar el tope de ventas iraquíes, redujo al 28 por ciento la parte retenida y empezó a ampliar la lista de productos que Irak podía importar. En junio del año pasado, la ONU extendió el programa a 24 sectores económicos que incluían la educación, las telecomunicaciones, la Justicia y las finanzas. El 59 por ciento de los ingresos por petróleo eran destinados al sur y al centro de Irak. La distribución de productos importados está a cargo del gobierno iraquí. La ONU se encarga de usar el 13 por ciento para la mayoría kurda, al norte del país.
Según la ONU, desde que se implementó este programa, la tasa de desnutrición en Irak es dos veces menor y los casos de cólera, paludismo, meningitis y tuberculosis se redujeron considerablemente. El programa fue interrumpido el 17 de marzo por orden del secretario general de la ONU Kofi Annan ante la inminencia del ataque anglo-estadounidense. Luego éste pidió al Consejo que reanudara el programa y lo pusiera bajo su tutela adoptando una nueva resolución y modificando las resoluciones anteriores.
La resolución de ayer se aprobó luego de que Gran Bretaña pidió que se eliminara del texto una cita directa a este país y Estados Unidos. Así, la resolución legitima la guerra de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Irak. Según el texto aprobado por el Consejo de Seguridad, Annan administrará el programa durante 45 días para adaptarlo a la situación que vive hoy Irak y reiniciarlo lo antes posible. La ONU indicó que las fuerzas de ocupación son las principales responsables de garantizar la distribución de alimentos y remedios.
Paralelamente a la reanudación de este programa, la ONU pidió ayer a la comunidad internacional 2.200 millones de dólares adicionales para la asistencia humanitaria de la población iraquí por seis meses. Según la vicesecretaria general de la ONU, Louise Frechette, se necesita este dinero porque los iraquíes se han vuelto “extremadamente vulnerables” después de 12 años de embargo y la actual guerra. El gobierno español prometió 22 millones de dólares y Gran Bretaña, 102 millones de dólares. El embajador estadounidense ante la ONU informó ayer que Estados Unidos aportará 21 millones de dólares para la asistencia de los iraquíes.