Pudo haber sido una verdadera masacre de no ser por la hora. Un misil cayó sobre la ciudad de Kuwait alrededor de la 1.40 de la madrugada local en un centro comercial Sharq, ubicado en un barrio al sur. El misil impactó cerca del Ministerio de Asuntos Exteriores y el palacio del emir de Kuwait sin causar heridos, aunque produjo daños en el techo del exclusivo centro comercial, que se derrumbó. Al principio alarmó a las autoridades una inmensa nube de humo que se elevó sobre el centro de la ciudad, pero no se registraron víctimas, según fuentes oficiales. El ministro de informaciones de Kuwait, Ahmed Fahd el Sabah, responsabilizó a Irak por el ataque, en declaraciones a la cadena norteamericana CNN. El misil “habría eludido los sistemas de detección y alerta kuwaitíes volando a baja altura, a unos 20 o 25 metros sobre la superficie terrestre”, dijo el funcionario, explicando el motivo por el que no sonaron las sirenas. Y desde luego, los dedos acusadores apuntaron a Irak.