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Un vuelo de locura
Un avión con 203 pasajeros de Turkish Airlines que cubría la ruta Estanbul-Ankara fue ayer secuestrado, desviado al aeropuerto de Atenas y finalmente liberado por el único autor del secuestro. Debido a la guerra, en un momento se pensó que podía tratarse de un contragolpe terrorista. Manolis Stratakis, viceministro de Transporte griego, manifestó en el aeropuerto ateniense que “todo transcurrió con éxito” y que las fuerzas del orden estaban entrenadas para ese tipo de sucesos. El secuestro se produjo cuando un joven kurdo, identificado por los medios de comunicación turcos como Ozgur Gencarslan, forzó el aterrizaje a Grecia, donde las autoridades lo permitieron debido a que el aparato no tenía suficiente combustible. Stratakis declaró que, durante la crisis, la torre de control se comunicó con el piloto del avión para darle instrucciones. Una vez que bajaron todos los pasajeros –sanos y salvos–, intervinieron las fuerzas antiterroristas especiales para hablar con el secuestrador y ahí mismo tuvieron la oportunidad de arrestarlo, según dijo el viceministro. Stratakis declaró que “al parecer, el joven tenía problemas mentales”.