El jefe de la oposición yemení, Mohamed Basindaua, fue encargado ayer mediante decreto de formar un gobierno de unidad nacional para el período previo a la salida del presidente Alí Abdala Saleh, prevista en febrero, según un acuerdo firmado previamente en Riad. Además, el presidente Saleh anunció una amnistía general para todos los que “cometieron errores durante la crisis” que desde enero pasado sacude al país y que dejó cientos de muertos.

“Mohamed Salem Basindaua fue encargado de formar un gobierno de unidad nacional”, indica el decreto promulgado por el vicepresidente Abd Rabo Mansur Hadi –a quien Saleh transfirió el poder para este período interino– y difundido por la agencia estatal de prensa Saba. La oposición había presentado el viernes la candidatura de Basindaua al puesto de primer ministro, según el acuerdo sobre la transición del poder firmado el 23 de noviembre en Riad y que prevé la salida del presidente Saleh dentro de 90 días.

Basindaua debe formar, en un plazo de dos semanas, un gobierno en el que la oposición y el partido de Saleh, el Congreso Popular General (CPG), se repartirán las carteras por partes iguales, según ese acuerdo. El jefe de gobierno designado formó parte de la administración de Saleh. Nativo de Adén, en el sur de Yemen, fue ministro de Relaciones Exteriores antes de romper, hace diez años, con el CPG.

Saleh, de 69 años de edad y 33 años en el poder, firmó el miércoles en Riad un plan elaborado por las monarquías del Golfo que prevé su salida en 90 días, a cambio de inmunidad para él y su familia, y la formación de un gobierno de unidad nacional hasta la elección presidencial anticipada, programada para el 21 de febrero de 2012. El propio Saleh, acusado por la calle de corrupción y nepotismo, anunció una amnistía general. “El presidente de la república decretó una amnistía general para todos aquellos que hayan cometido errores durante la crisis”, informó la televisión.

Esta medida fue adoptada un día después del regreso de Saleh de Riad, donde había firmado el citado acuerdo de transición política.

Están excluidos de la amnistía general “quienes están implicados en crímenes y en el ataque contra la mezquita del palacio presidencial”, el 3 de junio, ataque durante el cual Saleh resultó gravemente herido, añadió la televisión. Los sospechosos, “ya se trate de partidos, grupos o individuos, serán perseguidos por la Justicia”, prosiguió la televisión sin más detalles.

Pero para Huria Machhud, una portavoz de la oposición, esta amnistía no tiene validez ya que, según esos acuerdos de Riad, el presidente ya delegó el poder en su vicepresidente, Abd Rabo Mansur Hadi. “Ya no tiene (Saleh) ni el derecho ni las prerrogativas o la capacidad para tomar semejante decisión”, explicó. Los manifestantes, que ocupan las calles desde principios de año, exigen que el jefe de Estado sea encausado por la violenta represión de la revuelta popular.