A pocos días de haberse cumplido 36 años de la muerte del dictador español Francisco Franco, una comisión de expertos impulsada por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero recomendó que los restos del genocida sean sacados del Valle de los Caídos, mausoleo que fue icono del franquismo. Entre sus argumentos, el grupo de expertos consideró que los restos deben ser exhumados y trasladados al lugar que decidan sus familiares para que pueda cumplirse el objetivo de convertir el Valle de los Caídos en un monumento democrático en el que se reconcilie la memoria española. “Para ello habrá que buscar los acuerdos parlamentarios más amplios”, señaló un portavoz de la comisión.

La conversión del lugar en un sitio de reconciliación democrática se inscribe en un proyecto que intentaron llevar a cabo sin éxito los gobiernos de Adolfo Suárez (1976-1981) y Felipe González (1982-1996), quienes crearon comisiones con ese fin. El alicaído y desgastado gobierno de Zapatero, que se cierra el 22 de diciembre –cuando el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, asuma al frente del Ejecutivo español– había fijado el traslado de los restos de Franco como objetivo para su segundo mandato. Los familiares del dictador expresaron hace meses su oposición a sacar el cuerpo si así lo resolvía la comisión.

Juristas, filósofos e historiadores formaron parte del grupo de expertos que debatió acerca de cómo transformar el Valle de los Caídos en un lugar de reconciliación. La comisión consideró que los restos de Franco deben salir porque él no fue una víctima de la Guerra Civil que dio paso a 40 años de dictadura. Si bien sus restos serán reubicados dentro del complejo, el cuerpo de José Antonio Primo de Rivera, político derechista fundador de la Falange, sí podrá quedarse en el complejo porque, según determinó la comisión, Primo de Rivera fue víctima de la Guerra Civil.

Con una gran cruz de 150 metros de alto como norte, el sitio alberga una gran basílica excavada en las profundidades de la montaña. Franco fue enterrado bajo una losa de granito de 1500 kilos. El Valle de los Caídos, ubicado cincuenta kilómetros al noroeste de Madrid, fue construido entre 1940 y 1958 con el objetivo de honrar a los combatientes muertos en la Guerra Civil. Se convirtió en el gran símbolo del franquismo, pero allí no sólo hay “caídos” franquistas. De las 33.800 personas sepultadas en el Valle, más de 20.000 fueron republicanos. Cuando la obra finalizaba, Franco quiso trasladar a los muertos de su bando hasta el lugar, pero se topó con la negativa de muchas viudas y deudos. Finalmente, para llenar el espacio varios municipios españoles enviaron los restos de republicanos exhumados de fosas comunes locales donde habían sido arrojados.