El primer ministro ruso, Vladimir Putin (foto), acusó ayer a Estados Unidos de fomentar las protestas en Rusia, y denunció que centenares de millones de dólares en fondos extranjeros fueron usados para influenciar las elecciones. Putin dijo que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, llegó a conclusiones precoces respecto de las elecciones rusas, y que dio señales a la oposición fomentando las protestas. Clinton afirmó que las elecciones legislativas del domingo, que dieron como ganador al partido de Putin, Rusia Unida, “no fueron libres ni justas”. La funcionaria reclamó además que “los electores rusos merecen una investigación completa del fraude electoral y la manipulación”. El premier ruso, que presentó el jueves el pedido formal para su candidatura a las elecciones presidenciales rusas de marzo de 2012, reconoció el derecho de manifestar en el marco de la ley, aunque defendió la necesidad de las fuerzas del orden de intervenir si la misma es violada. Según el premier, en Rusia la mayoría de la población no quiere que se repitan los desórdenes sociales como en Kirguistán o en Ucrania. “Nadie quiere el caos; estamos obligados a defender nuestra soberanía”, dijo. La secretaria de Estado norteamericana dijo que Estados Unidos apoya los derechos del pueblo ruso y espera que sean tomadas decisiones para elecciones creíbles y justas. La decisión de anular las elecciones “le corresponde al pueblo ruso”, indicó Clinton.