EL MUNDO
› UNA ENCUESTA MUESTRA UN MAYORITARIO REPUDIO DE LOS ARGENTINOS A LA GUERRA
Aquí están todos contra la invasión
La posición de Duhalde en el conflicto muestra apoyo, Saddam tiene muy mala imagen, pero Bush la tiene aun peor. Todos ven el petróleo como verdadera razón de sus actos.
› Por Sergio Moreno
La abrumadora mayoría de los argentinos se opone a la guerra en Irak, en apenas menor grado coincide con la política del gobierno de Eduardo Duhalde que se pronunció contrario al conflicto, cree que Washington se lanzó a la invasión para quedarse con el petróleo, tiene una mala imagen de Saddam Hussein pero peor aun de George W. Bush y considera que la actitud de los Estados Unidos de haber actuado en contra de la decisión de las Naciones Unidas al respecto fue incorrecta. Una porción mayoritaria de la población dice informarse del conflicto por la TV.
Así lo indica una encuesta nacional finalizada el primero de abril. El trabajo fue realizado por el Centro de Investigaciones de Estadística Aplicada (CINEA) de la Universidad de Tres de Febrero (UTREF), y abarcó 2015 entrevistas telefónicas que se realizaron en Capital Federal, GBA, La Plata, Pilar, Bahía Blanca, Merlo, Rosario, Rafaela, Santa Fe capital, Córdoba, San Luis y Villa Mercedes, Mendoza, Paraná, Tucumán, Neuquén, Formosa, Catamarca, Jáchal (San Juan), Gral. San Martín (Jujuy), Paso de los Libres (Corrientes) y San Antonio Oeste (Río Negro). Este abarcador estudio tiene un margen de error de +/- 2,22 por ciento y fue coordinado por el licenciado Diego Brandy, de la CINEA.
Según los guarismos que arroja el sondeo, la guerra es altamente impopular en nuestro país. Un 85,7 por ciento de los consultados se pronunció en desacuerdo con la misma, un siete por ciento no contestó y apenas un 7,3 por ciento apoya el conflicto. De estos últimos, son mayoría los hombres mayores de 50 años, siendo las mujeres de entre 30 y 49 años quienes más se oponen a la guerra.
Los índices de mayor oposición a la guerra se encuentran en la Capital Federal (91,2 por ciento), aunque en el resto del país descienden apenas un 5 por ciento marcando un altísimo nivel de repudio.
Casi siete de cada 10 consultados están convencidos de que Estados Unidos invadió Irak para quedarse con el petróleo (67,2 por ciento), sólo un 15,3 por ciento cree que esa consigna es falsa y el 17,5 por ciento no contestó o no supo hacerlo. Aquí son los hombres más jóvenes quienes más certeza tienen de las ambiciones petroleras norteamericanas, mientras que de los que no creen en eso, la mayoría son hombres mayores de 50 años.
La decisión del gobierno argentino de oponerse a la guerra es apoyada por el 71,7 por ciento de los encuestados. Sólo el 14,7 por ciento está en desacuerdo con la actitud adoptada por la administración de Duhalde y una porción similar (13,6 por ciento) no supo o no quiso responder. Este dato y el gran repudio de la guerra que existe en la población explican por qué la mayoría de los candidatos presidenciales son contundentes a la hora de repudiar el conflicto. Hasta Carlos Menem se afana por tomar distancia de lo que fuera su política exterior, alineamiento automático con Washington e involucramiento en la primera Guerra del Golfo inclusive.
La información sobre la guerra parece llegarle a los argentinos de una manera preponderante por la televisión. Al menos así lo indicó el 74,6 por ciento de los consultados en el trabajo del CINEA que dijo utilizar ese medio para enterarse de qué ocurre en Irak. El 8,5 por ciento dijo que sigue la conflagración por la radio mientras optan por los diarios el 8,3 por ciento. Un minoritario 4 por ciento dice seguir los pormenores de la guerra vía Internet y el 4,6 no contestó a esta pregunta.
Los primeros actores de este enfrentamiento no son simpáticos a ojos de la población argentina, aunque Saddam salga, apenas, mejor parado que Bush Jr. Sobre el tirano iraquí, el 6,4 por ciento tiene una buena imagen, el 24,5 por ciento tiene una imagen regular, el 51,2 por ciento tiene una mala imagen y el 17,9 no sabe o no contesta. El presidente norteamericano acumula datos peores que los de su enemigo persa. Sólo el 3,1 por cientotiene una buena imagen de Bush, el 15,8 tiene una imagen regular, el 72,2 tiene una mala imagen del texano y el 8,8 no sabe o no contesta. Las diferencias de imágenes negativas o regulares entre ambos, si bien son altas, muestran un marcado antinorteamericanismo en la población, potenciado por lo que los consultados creen, y se ve en los datos que ya mostramos anteriormente, es una guerra injusta desatada por decisión de los Estados Unidos.
Al respecto, ocho de cada diez encuestados (80,6 por ciento) dijeron que Washington actuó incorrectamente al haberse opuesto a la decisión de las Naciones Unidas, que quería mantener las inspecciones hasta que Saddam se desarmara definitivamente. Un minúsculo 5,7 por ciento coincide con la posición de Estados Unidos respecto de la ONU y el 13,7 por ciento no respondió.
Los guarismos son contundentes y se acercan a los niveles de repudio popular que la guerra despierta a lo largo y ancho del mundo, con las excepciones de las poblaciones de EE.UU. y Gran Bretaña (en este último país la reacción antiguerra cayó cuando comenzó el conflicto y sus tropas entraron en acción, a pesar de que es más alta que en Estados Unidos).