La carrera por la nominación republicana dejó de ser tan numerosa ayer cuando Jon Huntsman, un ex gobernador de Utah, dijo que se retiraba y ofreció su apoyo a Mitt Romney, dándole potencialmente un importante impulso antes de la elección primaria de este sábado en Carolina del Sur. Aunque conservador en cuanto a política fiscal, Huntsman era considerado un moderado entre los más derechosos. Por ejemplo, apoyaba las uniones civiles de gays y lesbianas. Eso –y el tiempo que pasó recientemente como embajador en China para el presidente Barack Obama– lo convirtió en un experimentado con un amplio apoyo del partido. Aunque llegó a un decente tercer puesto en New Hampshire la semana pasada, a nivel nacional se mantuvo muy abajo en las encuestas.

Parado al lado de su mujer, Mary Kaye, su padre y cuatro hijas en un podio en Myrtle Beach, un balneario de Carolina del Sur, Huntsman reiteró otro tema de su ahora caída aspiración: civilidad en la campaña. “La carrera ha degenerado en una serie de ataques negativos y personales que el pueblo estadounidense no merece”, dijo, instando a los candidatos todavía en el campo a que dejen sus armas. “En su centro, el Partido Republicano es un partido de ideas, pero la forma tóxica de nuestro discurso político no ayuda a nuestra causa.”

“Creo que llegó el momento de que nuestro partido se una tras el mejor candidato para derrotar a Barack Obama. A pesar de nuestras diferencias y de puntos de vista distintos sobre algunos temas, pienso que el candidato más apto es el gobernador Mitt Romney”, agregó. Su apoyo a Romney como el “candidato mejor equipado para derrotar a Barack Obama” puede ayudar el ex gobernador de Massachusetts, quien está esperando ganar por tercera vez en Carolina del Sur. Los pocos puntos extra de porcentaje como apoyo pueden ser muy importantes el sábado. Pero los vacilantes conservadores pueden ver el respaldo de Huntsman como una confirmación de que Romney está igual demasiado cerca del centro ideológicamente para ganarse su apoyo.

Jon Huntsman es el tercer precandidato en abandonar la competencia interna republicana en menos de un mes y medio, luego del empresario negro Herman Cain, atenazado por acusaciones de acoso sexual, y de la referente del “Tea Party” Michele Bachmann. Quedan ahora cinco competidores en pie y tres de ellos –Rick Santorum, Newt Gingrich y Rick Perry– peleando por el voto conservador, a sabiendas de que la única manera en que Romney puede detenerse es si uno de ellos surge como la alternativa conservadora en el estado, donde las filas republicanas son fuertes con los cristianos evangélicos. Pero el gobernador de Texas parece el más vulnerable y puede quedar fuera de la carrera después de este fin de semana, cuando el foco gire hacia la primaria de Florida.

“Se achica el campo y pienso que los próximos cinco o seis días dirán la verdad”, dijo Gingrich tras la partida de Huntsman. “Si los conservadores se consolidan, resulta claro que yo derrotaré a Romney. Los próximos cinco días van a ser una locura. La prueba aquí es realmente simple: si los conservadores se consolidan, Romney pierde decisivamente. Si no se consolidan, estará cabeza a cabeza.”

Santorum, un ex senador de Estados Unidos en Pennsylvania con fuertes opiniones conservadoras en los temas sociales, dijo solamente que él había estado esperando que Huntsman tirara la toalla. En cuanto al apoyo que le da a Romney, fue displicente: “Los moderados apoyan a los moderados. No es ninguna sorpresa”.

Los restantes candidatos, incluyendo al libertario Ron Paul, que no parece probable que repita su segundo lugar de New Hampshire en Carolina del Sur, debían tener un debate televisivo en vivo anoche. Hay otro debate dispuesto para el jueves.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12
Traducción: Celita Doyhambéhère.