Bagdad, la cabeza del gigante iraquí, se encuentra cada vez más atacada por el fuego norteamericano. La fuerzas estadounidenses endurecieron ayer su asedio a la capital abriendo frentes en el norte, sudeste y centro de la ciudad asediada. La mayor resistencia fue en el centro. Los invasores se hicieron con el control del aeródromo militar de Al Rashid, en el sudeste, a unos cinco kilómetros del centro. Sin embargo, fueron sorprendidos en el mayor aeropuerto de la capital, previamente llamado Saddam Hussein y rebautizado como “Aeropuerto Internacional de Bagdad”, donde –según fuentes estadounidenses en Qatar– un avión A-10 Warthog fue derribado por un misil iraquí, aunque el piloto luego fue rescatado. El ministro de Información iraquí, Mohamed Al Sahaf, en una visita al Hotel Palestine, después de que éste fuera alcanzado por el disparo de un tanque que mató a dos periodistas, dijo que las fuerzas de Estados Unidos que lograron entrar en la ciudad “están atrapadas sin salida. Los hemos apresado en sus tanques”. Los militares estadounidenses replicaron que sólo quedan “19 de los 800 tanques iraquíes sin destruir en Bagdad”.
Las tropas de las fuerzas angloamericanas avanzaron sobre la capital mientras los aviones bombardeaban edificios estratégicos de la ciudad. Los bombardeos norteamericanos atacaron los cuarteles centrales del partido oficial Baaz y de la Guardia Republicana, así como nuevamente el Ministerio de Información. El martilleo aéreo tiene el sentido de seguir ablandando al máximo las defensas de la Guardia Republicana y otras unidades defensivas antes de que el resto de las fuerzas se vuelque de lleno a una campaña urbana que se presume sangrienta. Aviones A-10 recorrieron el centro lanzando bombas perforantes contra blindados iraquíes. También en el centro, dos tanques de las fuerzas invasoras se dejaron ver ayer en uno de los puentes sobre el río Tigris, junto al Palacio Presidencial de Yumhuriya, y luego desaparecieron, como lo han venido haciendo. La CNN mostró imágenes de tanques avanzando sobre el puente, en lo que constituye el primer intento de las tropas de pasar de la ribera oeste del río a la orilla este, densamente urbanizada.
En el sudeste de la ciudad, los infantes de marina estadounidenses libraron un intenso combate con militares iraquíes antes de tomar el control del aeropuerto militar Al Rashid, una zona estratégica situada entre los ríos Tigris y Diala. Según fuentes militares estadounidenses, esto se lee como un paso hacia la captura de Bagdad y un bloqueo contra la fuga de altos funcionarios iraquíes. En los suburbios del noroeste de la capital, un marine murió y otros tres resultaron heridos al quedar bajo fuego iraquí. Además, y en enfrentamientos en los suburbios del este de la ciudad, hubo otros tres heridos más. El teniente coronel estadounidense Pete Owen sostuvo que las fuerzas iraquíes estaban constituidas por tropas militares y del Ejército regular, equipadas de ametralladoras y de cohetes RPG sin gran poder de fuego. Advirtió que “estamos a punto de caer sobre pequeños focos” de resistencia. El Pentágono admitió que unidades especiales de la Guardia Republicana siguen fieles a Hussein.
El ministerio que encabeza Al Sahaf ha sido inutilizado, según testigos, y la radio y la televisión iraquí tienen cada vez más problemas para emitir con normalidad: la señal de radio se perdió ayer momentáneamente y la televisión estuvo varias horas con programación de relleno, sin que apareciesen imágenes en directo. No obstante, el ministro Sahaf informó que las fuerzas leales a Hussein cortaron todas las rutas de abastecimiento para las fuerzas norteamericanas y que se estaban cerrando sobre ellas. Según el ministro de Información, las fuerzas invasoras “se están poniendo histéricas” y “actuando apresuradamente”. En cuanto al destino de Saddam, continúa sin conocerse si tuvieron alguna efectividad los bombardeos caídos anteanoche sobre un edificio del barrio de Al Mansur donde se dijo que el líder iraquí estaba reunido con sus colaboradores.
Al mismo tiempo, la situación humanitaria empeora. Los hospitales de Bagdad no dan abasto, como reconoció ayer el director del Hospital Al Kindi, el mayor del norte de Bagdad, que se identificó como Kamal y queseñaló que no paran de ingresar heridos con todo tipo de lesiones, mutilaciones en las extremidades, heridas en abdomen y cabeza y fracturas múltiples. “No necesitamos ayuda de nadie; lo único que necesitamos es que paren esto de una vez. Es nuestra gente, mañana puede ser mi hermano o yo mismo”, se quejó, y aseguró que los atacantes angloestadounidenses disparan contra civiles en numerosos barrios, entre los que citó Badalia, Magdariya y Nahda. En el hospital, la sangre es omnipresente. Hay enormes manchas por el suelo, y las batas de médicos y enfermeras ya no son blancas. Cada cinco minutos se ven ingresar nuevos heridos, algunos parecen cadáveres, y los médicos tienen que atender a cuatro o cinco heridos al mismo tiempo.
Los hospitales de Bagdad se están quedando sin suministros según advirtió la Organización Mundial de la Salud. Los hospitales están trabajando con generadores, lo cual es preocupante. La Cruz Roja aseguró que los intensos bombardeos en la capital siguen desbordando los hospitales, mientras que la falta de agua, equipo quirúrgico y personal médico hacen la situación desesperante.