Representantes de los bomberos, policías militares y civiles de Río de Janeiro decidieron en una asamblea suspender hasta después del Carnaval la ya debilitada huelga iniciada el viernes pasado. El presidente del Sindicato de los Policías Civiles de Río de Janeiro (Sindpol), Fernando Bandeira, informó que después del Carnaval cada una de las tres fuerzas va a establecer su propia asamblea para decidir el rumbo del movimiento y qué hacer para conseguir la liberación de los policías detenidos. “En respeto a la población de Río de Janeiro, al turismo, al Carnaval, conocido mundialmente, y a nuestros héroes presos, decidimos regresar a trabajar este martes”, dijo Fernando Bandeira, del sindicato de los civiles. La decisión de suspender la huelga ya había sido tomada el sábado por el sindicato que representa a los agentes de la policía civil, de acuerdo con lo expresado por el director jurídico de esa entidad, Francisco Chao. El Sindpol hará una asamblea para evaluar la evolución del conflicto. Los manifestantes indicaron que su lucha estará centrada en conseguir en los próximos días la libertad de la treintena de presos que dejó el paro. “La lucha en este momento no es más por la dignidad salarial, sino simplemente por la dignidad humana”, dijo Ana Paula Matías, portavoz de los policías militares. En total hay 12 bomberos y 17 policías en prisión, la mayoría de ellos recluidos en una cárcel de máxima seguridad. Uno de ellos, el bombero Benevenuto Daciolo, que cumplía el domingo cinco días de huelga de hambre, apareció en grabaciones de conversaciones telefónicas difundidas por la televisión alentando la extensión de la huelga.