Sáb 12.04.2003

EL MUNDO  › FRANCIA, RUSIA Y ALEMANIA BUSCAN UNA VIA DE REINGRESO A BAGDAD

A ver si entramos en la “reconstrucción”

Después de oponerse a la invasión norteamericana a Irak, Alemania, Rusia y Francia quieren entrar en el proceso de reconstrucción del país. Para eso, reimpulsan a la ONU. Por las mismas razones, EE.UU. quiere limitar a la ONU, ya que ésta que la organización internacional sería la vía de entrada franco-germano-alemana a negocios multimillonarios que Washington reserva para sus empresas, como la Halliburton del vicepresidente Dick Cheney.

Por Pilar Bonet *
Desde San Petersburgo

Los dirigentes de Rusia, Alemania y Francia se reunieron ayer en San Petersburgo con el fin de buscar un papel para los tres países y para la ONU en la posguerra en Irak. El éxito de la campaña bélica estadounidense creaba una situación incómoda para los tres mandatarios, que han defendido la vía política para resolver el conflicto con el régimen de Saddam Hussein y se han opuesto a la guerra. Putin insistió en la “falta de perspectiva de la solución militar”.
El presidente ruso abogó por el restablecimiento del marco de la ONU y la primacía del derecho internacional como método para resolver el conflicto. Para sus primeras reacciones tras la toma de Bagdad por la coalición aliada, Putin eligió un foro de diálogo germano-ruso en San Petersburgo. La cumbre trilateral de San Petersburgo, que culminaba anoche, había sido convocada a instancias de Vladimir Putin, que decidió invitar al presidente francés Jacques Chirac a la cita que ya tenía prevista con Gerhard Schroeder en el marco del llamado diálogo de San Petersburgo.
Putin era partidario de dar todavía más peso al encuentro incorporando al secretario general de la ONU, Kofi Annan, pero su deseo se frustró cuando el alto funcionario declinó diplomáticamente la invitación un día después de haberla aceptado. Su estancia en San Petersburgo hubiera sido vista como un gesto antinorteamericano, señalaba el vicepresidente del Instituto de Europa, Sergéi Karagánov. La presencia del británico Tony Blair, que también fue considerada, fue vetada por Jacques Chirac, según fuentes occidentales.
Antes de la reunión trilateral, Putin celebró bilaterales con cada uno de sus invitados y participó en el foro de diálogo. A diferencia de otros colegas europeos, el presidente ruso no ha echado las campanas al vuelo ante el punto de inflexión en la guerra que supuso la toma de Bagdad. Putin manifestó que el régimen de Saddam Hussein no respondía a las normas de democracia y derechos humanos, pero que esa circunstancia compartida, según él, por el 80 por ciento de los Estados existentes, no puede ser motivo para una guerra. “Las acciones militares continúan desde hace tres semanas y causan miles de víctimas entre civiles y militares, así como mucha destrucción’, señaló Putin.
Sentado junto a Schroeder, Putin dijo que “nuestros países deben hacer todo lo posible para mantener la estabilidad del sistema jurídico internacional, que se apoya en la primacía de la ONU”, y añadió que esta posición era compartida con el canciller alemán. Putin contestó negativamente a una pregunta sobre la necesidad de una nueva Yalta o, con otras palabras, un nuevo orden internacional. “No se necesita una nueva Yalta y en ningún caso debemos destruir el viejo sistema, porque no hay nada que pueda sustituirlo. Debemos desarrollar lo que tenemos en el marco de la ONU”, señaló.
Schroeder se expresó en el mismo sentido que Putin y dejó claros tres puntos, a saber, que hay que evitar una catástrofe humana en Irak, que las tropas aliadas deben responsabilizarse del orden y que la ONU debe ser la cúspide del sistema de administración que se instaure en Irak. “Esto iría en interés de todos”, dijo el canciller. Refiriéndose a las relaciones entre Alemania y Rusia, Schroeder manifestó que son excelentes y tienen la particularidad de no producir dificultades en la comunidad europea ni efectos negativos para la relación transatlántica. Subrayó también que la sangrienta experiencia histórica germano-rusa era una lección aprendida que le hacía estar a favor de la solución pacífica de los conflictos.
Desde la óptica norteamericana y de sus aliados en la coalición antiiraquí, la posición de Rusia, Alemania y Francia se ha debilitado, alno verificarse de momento las previsiones sobre las consecuencias catastróficas del ataque aliado a Irak y al no sentir los norteamericanos la necesidad de mediadores, conciliadores o consejeros. El envalentonamiento de Washington se ha reflejado en las declaraciones del vicesecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, quien ha recomendado a Francia, Alemania y Rusia que perdonen sus deudas a Irak, dado que el dinero prestado fue destinado a la compra de armas y a la represión. Irak tiene una deuda acumulada de unos 8000 millones de euros con Rusia, que en parte procede de los tiempos soviéticos. Los representantes rusos han reaccionado con indignación ante las palabras del funcionario norteamericano. Fuentes gubernamentales rusas dijeron a Interfax, que, de aplicarse la lógica de Wolfowitz, deberían ser perdonadas las deudas de la URSS, que desde 1991 lastran a la Rusia postsoviética. Para el presidente de la Duma Estatal, Gennady Selezniov, Irak debe decidir por sí mismo, ya que no es el “51 estado de EE.UU.” y Washington debería pagar a Rusia unos 2000 millones de euros en concepto de perjuicios por los contratos con Irak que la contienda ha impedido cumplir. Los rusos han dejado claro que no prevén cerrar su embajada en Bagdad ni tampoco cerrar la de Irak en Moscú, cuyo titular hizo saber ayer que se siente representante del pueblo iraquí y que no dejará su puesto en tanto no haya en Bagdad un gobierno democráticamente elegido. Los medios de comunicación rusos y algunos políticos del partido del Kremlin se refieren a las tropas aliadas en Irak como “contingente de ocupación”.
Ante una provocadora crítica de la posición pacifista rusa y alemana pronunciada ayer en el foro de San Petersburgo por el periodista Alexéi Benediktov, el ex dirigente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, salió en defensa de Schroeder, Putin y una visión europea. La guerra, según Gorbachov, ha golpeado los principios democráticos y los ha transformado en palabras vacías, por lo que la victoria de EE.UU. puede no ser el final de la contienda sino el preludio de una evolución catastrófica, dijo Gorbachov.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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