Por Peru Egurbide
Desde Madrid

“Estamos todos muy satisfechos, la caída del régimen de Saddam Hussein es muy importante. Ahora hay que dar una oportunidad de paz y prosperidad al pueblo iraquí. Trabajamos con mucha confianza con los norteamericanos para la solución del problema de Oriente Medio”, dijo ayer en Madrid el ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, que considera deseable que “la ONU tenga un papel central” en Irak.
Con más decisión aún que la demostrada la víspera por el presidente Jacques Chirac, De Villepin se afanó en convencer a la prensa de que las divergencias europeas y euronorteamericanas sobre Irak no han dejado huella ni comprometen el futuro. Durante una breve escala en Madrid, al iniciar una gira que se prolongará hasta el lunes y que le llevará a El Cairo, Damasco, Beirut y Riad, el ministro galo insistió en que lo importante ahora es la cooperación internacional y se mostró convencido de que Naciones Unidas desempeñará en esa fase el “papel central” que su país promueve.
Francia, dijo, tiene a ese respecto una posición basada en dos principios: legitimidad y eficacia. Por eso, considera deseable que “la ONU tenga un papel central”. “Necesitamos una legitimidad internacional”, afirmó. Pero además, añadió que, frente a las dificultades de la situación actual, “es preciso reunir todas las fuerzas, hay que contar, por ejemplo, con los países árabes, y por eso hace falta la ONU”. “No hay muchas más posibilidades que la ONU”, reiteró De Villepin, que, aludiendo a EE.UU., indicó que “no hay que dar importancia a que algún país diga otra cosa, porque las necesidades reales se imponen”.
Según De Villepin, la centralidad de la ONU no es contradictoria con la constitución inmediata de una autoridad anglonorteamericana en la que también tiene previsto integrarse España. “La prioridad hoy en Irak es la seguridad y, por eso, la responsabilidad de las fuerzas en el terreno debe ser mayor”, dijo, al ser preguntado por el tema.
Lo que Francia no parece dispuesta a admitir es que Estados Unidos, cuyo Congreso ha decidido discriminar a las empresas francesas, alemanas y rusas, dirija la reconstrucción de Irak como cosa propia. “La reconstrucción sólo se puede afrontar desde la comunidad internacional”, afirmó el ministro. Fue el único foco potencial de conflicto que puede deducirse de sus palabras.
De Villepin volvió a insistir en que Francia “no quiere rivalidad sino complementariedad entre Europa y EE.UU.”, cuando se refirió a la cumbre sobre defensa europea que su país, Alemania, Bélgica y Luxemburgo se disponen a celebrar el próximo día 29. “Es un primer paso –añadió–, y habrá otros en un proceso abierto a todos”, respondió a la pregunta de si tiene sentido hablar de defensa europea a pesar de que el Reino Unido, la primera potencia militar de la Unión Europea, se ha negado a participar en el encuentro.
El ministro galo pidió a España que juegue “un papel muy grande en el equilibrio de todos los europeos”. La ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, afirmó que el próximo lunes valorará en Bruselas “el formato” de la cumbre de defensa, y dijo que el Gobierno español puede tanto participar en ella como quedarse al margen.