Grecia vivió una nueva jornada de protestas y movilizaciones en contra de los recortes de salarios y pensiones aprobados el martes por el Parlamento, como condición para que Bruselas conceda el nuevo crédito de 130.000 millones de euros. La Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE) y la Confederación de Sindicatos de Empleados Públicos (Adedy), principales sindicatos del país, habían convocado a un paro temporal de tres horas, que comenzó en el mediodía de ayer y tuvo gran seguimiento en las oficinas públicas. “Los empleados de nuestro país continuarán su movilización en Grecia y en Europa para poner fin a la demolición de la sociedad”, destacó la GSEE en un comunicado, en referencia a la jornada europea de acciones contra los recortes.

A la protesta se unieron también la Cámara Técnica, la Asociación de Abogados y la Asociación de Médicos de Atenas, profesionales que se oponen a la liberalización de sus sectores. Por su parte, los médicos protestaron por la reducción de gastos en sanidad y, específicamente, en el pago a las horas extra y el recorte del gasto farmacéutico, por lo que convocaron a un paro de 24 horas para ayer. En el mediodía heleno varias decenas de sindicalistas protestaban frente a la sede de la Comisión Europea en Atenas. Pero la principal movilización, convocada para la tarde, quedó aguada por una tormenta.

Unas 2000 personas se habían congregado en la plaza Syntagma de Atenas, frente al Parlamento griego, enarbolando pancartas con lemas como “No a los recortes”, “¡Abajo el gobierno!” y “¡Huelga general!”, mientras la movilización se incrementaba poco a poco con decenas de personas que acudían a la cita al salir de sus trabajos. El cantante Manolis Mitsias cantó parte de su repertorio en un concierto organizado por los sindicatos para amenizar la protesta, cuando se desató la tormenta que finalmente disolvió la concentración.

El Parlamento, por su parte, continuó con la tramitación de las disposiciones y la legislación necesaria para poner en práctica las medidas exigidas por la troika. Aunque el nuevo paquete se centra en la reducción del presupuesto público de 2012 en 3200 millones de euros, principalmente en las partidas de sanidad, pensiones y defensa, dará luz verde al nuevo crédito. Debido a la amplia mayoría de socialistas y conservadores en el Parlamento, el gobierno de coalición del ex banquero Lucas Papademos no encuentra obstáculos para la ratificación de estas medidas, a las que se opone la opinión pública griega.

Ayer se tramitó la reducción del gasto farmacéutico en 1000 millones de euros. Sin embargo, las medidas más polémicas se aprobaron anteayer e incluyeron la reducción de pensiones superiores a 1300 euros y la disminución del salario mínimo en un 22 por ciento, hasta los 585 euros mensuales brutos, lo que representa una quita del 32 por ciento para los jóvenes menores de 25 años.