Después de una despiadada campaña de bombardeos de un mes que destrozó Homs, el régimen de Basher al Assad no autorizó anoche a la Cruz Roja cuando intentó llevar asistencia al ahora caído y devastado distrito rebelde de Baba Amr. No se le permitió el ingreso a la organización humanitaria mientras surgían informes de que docenas de personas habían muerto en asesinatos estilo ejecuciones después de la retirada de los combatientes rebeldes del área. Mientras, las fuerzas de Assad abrieron otro frente mortal contra los manifestantes antigubernamentales ayer, bombardeando Rastan, una ciudad controlada por los rebeldes a 20 kilómetros al norte de Homs.

David Cameron condenó lo que él describió como una “carnicería medieval” en Siria, donde el levantamiento contra el gobierno de Al Assad se ha vuelto cada vez más sangriento. El jueves, el régimen sirio autorizó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que sus voluntarios entraran en Baba Amr. Pero el jefe del CICR, Jakob Kellenberger, dijo ayer que, en cambio, se les había denegado el acceso al distrito a trabajadores de su organización, describiendo la acción como “inaceptable”. Un activista que habló con The Independent por teléfono. En un relato escalofriante, contó que el gobierno sirio estaba preocupado por lo que la Cruz Roja pudiera encontrar cuando entrara al barrio, que ha sido pulverizado por cuatro semanas de intenso fuego de bombas y cohetes. “El régimen no quiere que el mundo vea lo que ha pasado”, dijo el hombre, quien estaba hablando desde un distrito adjunto a Baba Amr y quien señaló que su nombre era Abu Abdu.

En Rastan, por lo menos doce personas fueron impactadas ayer por un ataque con cohete. Según el Observatorio de Derechos Humanos sirio, con sede en Gran Bretaña, el cohete impactó en una manifestación de cientos de personas que se reunieron después de las oraciones del viernes. Una película subida a YouTube aparentemente reveló la horripilante escena posterior a la explosión, con cabezas cortadas tiradas en el suelo y paredes manchadas de sangre y trozos de cuerpos.

La concentración fue una de la serie de manifestaciones en el país de activistas pidiendo ayuda para armar al Ejército Libre sirio, cuyas tropas se vieron obligadas a retirarse de Baba Amr esta semana. Ayer había informes de que docenas de civiles en el distrito habían sido masacrados por hombres del régimen, quienes tomaron control del barrio después de que las tropas rebeldes abandonaron el área el jueves. La Alta Comisión de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos dijo que había recibido informes de una “particularmente truculenta serie de ejecuciones sumarias” sobre 17 personas. Los asesinatos, que todavía deben ser confirmados, habían sucedido después de que las tropas del gobierno y las milicias leales entraran al distrito bombardeado. Según el activista de Homs que habló con The Independent por teléfono, las matanzas fueron llevadas a cabo por Shabiha, los paramilitares reclutados de la secta alauita del presidente. “Fueron masacrados como ovejas”, dijo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.