El ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn fue inculpado ayer a la tarde noche de “proxenetismo en banda organizada” por los jueces encargados del caso llamado del hotel Carlton de Lille y puesto bajo control judicial, según indicaron sus abogados y el procurador. El interrogatorio del ex director del FMI se había iniciado ayer temprano a la tarde. Strauss-Kahn compareció ante el juzgado de Lille dos días antes de enfrentar una demanda civil en Estados Unidos por el caso Diallo, la empleada de hotel que lo acusó de agresión sexual.

“Tras su audición, Dominique Strauss-Kahn fue colocado bajo control judicial con prohibición de entrar en contacto con los inculpados, las partes civiles, los testigos y cualquier medio de prensa en lo relacionado con los objetos del procedimiento”, indicó el procurador en un comunicado, que precisa que los jueces de instrucción pidieron a Strauss-Kahn depositar “una fianza de 100.000 euros”. De acuerdo con el artículo 225-5 del código penal, el proxenetismo es el hecho de ayudar, asistir o proteger la prostitución.

Strauss-Kahn “declara con la mayor firmeza no ser culpable de ninguno de esos hechos y jamás haber tenido la más mínima idea de que las mujeres encontradas pudieran ser prostitutas”, declaró uno de su abogados, Richard Malka. El ex ministro socialista salió en auto poco después de las 10 de la noche del Palacio de Justicia de Lille.

Hace un mes, al cabo de dos días de detención provisional, Strauss-Kahn recibió una convocación de los jueces, que podrían inculparlo por los cargos de “complicidad de proxenetismo agravado en banda organizada” y “ocultamiento de abuso de bienes sociales”, cargos pasibles de 20 y de cinco años de prisión, respectivamente. Inicialmente había sido convocado el 28 de marzo, pero no se dio ninguna precisión sobre los motivos que llevaron a adelantar la audición.

Los magistrados a cargo del caso tratan de determinar si StraussKahn sabía o no que eran prostitutas las participantes en fiestas libertinas en las que él estuvo. Algunas de ellas han declarado que él no podía ignorarlo o que lo sabía, lo que él negó durante su detención provisional. Strauss-Kahn declaró a los investigadores que no podía ni imaginar que esas jóvenes fueran prostitutas, ya que algunas de ellas “le fueron presentadas por responsables de la policía”.

La investigación reveló que varios viajes de implicados en el caso, acompañados por prostitutas, fueron organizados y financiados por dos empresarios de la región de Lille, Fabrice Paszkowski y David Roquet. El último de esos viajes tuvo por destino Washington y duró del 11 al 13 de mayo, en vísperas de la detención de StraussKahn en Nueva York por el caso Nafissatou Diallo, la empleada de hotel que lo acusó de agresión sexual. Los dos empresarios forman parte de las ocho personas inculpadas en esta causa, desencadenada por acusaciones de que directivos del hotel Carlton de Lille ponían a sus clientes en contacto con prostitutas durante sus estadías en el establecimiento. Ambos afirmaron que no había habido ninguna contrapartida por esas fiestas, según sus abogados.

En Nueva York, por otro lado, se realizará mañana en un tribunal de Bronx la primera audiencia del proceso civil consecutivo a la demanda de la empleada de hotel Nafissatou Diallo, que acusó de agresión sexual a Strauss-Kahn, caso en el que la justicia penal de Estados Unidos retiró los cargos. El juez Douglas McKeon presidirá la audiencia. Los abogados del ex candidato socialista pidieron que se cerrara la demanda civil argumentando que su cliente gozaba en ese momento de inmunidad judicial. Ni Strauss-Kahn ni Diallo están obligados a asistir a la audiencia. “Daré a cada uno de los abogados de ambas partes la oportunidad de defender sus argumentos y les haré preguntas. Anunciaré mi decisión en las semanas siguientes. Será una decisión escrita”, explicó el juez. Si la Justicia decide que Strauss-Kahn no puede ser procesado, “será el fin del caso”, según sus palabras.

Si, en cambio, el juez acepta los argumentos de los abogados de Nafissatou Diallo, según los cuales Strauss-Kahn no tenía inmunidad diplomática, empezará entonces un largo proceso.